Hezbolá vuelve a disparar contra el Ejército de Israel en el sur de Líbano

J. C. G., Discreto progreso en el campo palestino-israelí, retroceso en el frente libanés. La más reciente demostración de cuan inamovibles permanecen los obstáculos con el vecino más belicoso del Estado judío se produjo ayer con una abrupta escalada de violencia en el sur del Líbano. Según informes de la zona, tres soldados israelíes resultaron heridos en una ofensiva del proiraní Hezbolá (Partido de Dios) contra dos posiciones dentro de la autoproclamada zona de seguridad en el Líbano meridional.

La versión difundida por portavoces del Ejército israelí difería en cuanto a la efectividad del ataque guerrillero. En Kiryat Shmona, fuentes militares dijeron que sólo un soldado resultó herido cuando el Hezbolá desató un recio ataque de artillería contra una base cercana a Suyud. Esa versión también dio cuenta de dos muertos integristas.

Queda en evidencia que el Hezbolá está intensificando su campaña contra el Ejército israelí atrincherado en territorio libanés y su milicia aliada, el Ejército del Líbano del Sur. La respuesta israelí fue inmediata: bombardeos contra posiciones guerrilleras y ataques de helicópteros artillados.

La determinación del Hezbolá a continuar su lucha contra las fuerzas israelíes quedó también ilustrada durante una multitudinaria manifestación de musulmanes shiíes en Beirut, que se convirtió en una expresión de creciente hostilidad hacia el Gobierno libanés y de repudio al proceso de paz.

En un acto destinado a conmemorar la muerte de nueve miembros del Hezbolá durante un mítin contra el acuerdo de paz firmado entre la OLP e Israel, el líder del Hezbolá, el jeque Hassan Nasrala, declaró: "Quiero decirles a todos los libaneses que su presidente es un asesino y su primer ministro un asesino. Este Gobierno debe desaparecer porque es un régimen que promueve el conflicto".