González se acogió al 'silencio administrativo'

El presidente del Gobierno, Felipe González, prefirió acogerse ayer al silencio administrativo como única respuesta en el hemiciclo a las insistentes, machaconas, incitaciones del líder del Partido Popular, José María Aznar, para que subiese a la tribuna a contestarle. El líder de la oposición entendió que la pasividad de González significaba el rechazo, a sus propuestas. El presidente del Gobierno se mantuvo en el escaño durante el debate, acompañado por el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, y 14 ministros, y sólo después respondió, una vez en los pasillos del Congreso.

Ayer fue la primera ocasión des de 1983 en la que los socialistas abordan el debate de unos Presupuestos Generales del Estado habiendo tenido que pasar por la prueba de una negociación con los nacionalistas tras haber perdido la mayoría absoluta.Los 10 debates anteriores sobre presupuestos de la etapa socialista carecieron prácticamente de tensión política. El predominio de los escaños que apoyaban al Gobierno apenas dejó escapar algunas anécdotas, como aquellas referencias a los garbanzos de Manuel Fraga. A partir de ahí, el resultado era conocido.

Por primera vez, el Congreso inició un debate presupuestario en el que faltaron dos enmiendas a la totalidad que se habían hecho tradicionales, las de los nacionalistas vascos del PNV y la de los catalanes de Convergència i Unió (CiU). Esta última formación apoyará hoy al Gobierno en la votación de totalidad, mientras que el PNV, menos decidido, se inclinará por la abstención.

El rechazo total por parte del Partido Popular y de Izquierda Unida, estuvo ayer acompañado por otras cuatro enmiendas a la totalidad, simbólicas desde un punto de vista de la contabilidad parlamentaria, las de los cuatro representantes del Grupo Mixto: Vicente Lizondo, de Unión Valenciana; Pilar Rahola, de Esquerra Republicana de Catalunya; José María Mur, del Partido Aragonés, y Xabier Albistur, de Eusko Alkatasuna. Cuatro opositores tenaces, pero que afectan escasamente al resulta do final de las votaciones.

"Rectificación"

En la primera sesión presupuestaria, la nota más distintiva se la colocó Julio Anguita en la solapa de la chaqueta y subió a la tribuna con una chapa de notables proporciones con la leyenda "Rectificación", que es el lema de la campaña que ha emprendido Izquierda Unida para exigir al Gobierno un cambio de política. Varios diputados de esta coalición lucieron pegatinas en su vestimenta con idéntica inscripción.

Las votaciones no deben suponer hoy ninguna sorpresa si todos se atienen a lo que han anunciado. Los votos de PSOE, Convergència i Unió y Coalición Canaria evitarán que los Presupuestos del Estado se devuelvan al Gobierno como pretenden el Partido Popular, Izquierda Unida y los cuatro representantes del Grupo Mixto.

La sesión de esta mañana tiene, sin embargo, un aliciente político añadido: escuchar las razones que el dirigente de CiU Miquel Roca expone ante la Cámara para explicar por qué apoyan los presupuestos, lo que es tanto como garantizar un balón de oxígeno al Gobierno por un plazo mínimo de un año.