El PP acusa al Ejecutivo de querer perdonar impuestos a los más ricos

El presidente del PP José María Aznar, denunció ayer ante el Congreso que las 43 mayores fortunas del país, las de aquellos ciudadanos que tienen un patrimonio superior a 5.000 millones de pesetas, no tendrán que pagar el Impuesto sobre el Patrimonio en virtud de la reforma que propone el Gobierno en estos Presupuestos del Estado.

El portavoz parlamentario, Rodrigo Rato, remachó después la explicación señalando que, si el Gobierno "hace estos favores, será por algo". Rato utilizó expresiones del tipo de que deben ser ciudadanos "que salen beneficiados y que han tenido la suerte de haber colocado en el Ministerio de Hacienda a un antiguo colaborador".

El secretario de Estado de Hacienda, Enrique Martínez Robles, respondió que "se trata de una interpretación errónea que demuestra que no se han leído el artículo en cuestión". "Es una medida", precisó, "orientada a favorecer a las pequeñas y medianas empresas familiares".

El texto del controvertido artículo 3 de la ley financiera prevé la exención del Impuesto del Patrimonio para "los bienes y derechos de las personas físicas necesarios para el desarrollo de su actividad empresarial, siempre que ésta se ejerza de forma habitual, personal y directa por el sujeto pasivo y constituya su principal fuente de renta".

Para las participaciones en entidades, habrá exención si, entre otras condiciones, la empresa no tiene por actividad principal la gestión de un patrimonio mobiliario o inmobiliario. Además, el sujeto pasivo beneficiado ha de poseer más del 25% del capital, ejercer funciones de dirección y percibir por ello una remuneración que represente "más del 50% de la totalidad de sus rendimientos empresariales, profesionales y de trabajo personal". Expertos fiscales consultados coincidieron en que la medida beneficiará a las pequeñas empresas.

"Regalo fiscal"

Los líderes del PP indicaron que se trata del "mayor favor fiscal de la historia tributaria española" y de un "regalo" dirigido a beneficiar a aquellos ciudadanos cuyas grandes fortunas no cotizan en bolsa. El argumento es que un millón de españoles paga cada año una media de 78.000 pesetas en concepto de Impuesto sobre el Patrimonio.

De ese total, una minoría privilegiada con una fortuna superior a 5.000 millones tiene que pagar 72 millones a Hacienda. Esos 43 superricos son el verdadero objetivo de esa exención, según un portavoz del PP, quien insistió en una conversación informal con los periodistas en que "son los amigos del Gobierno".