Ya no hay esperanzas para Federico Fellini
Difícilmente saldrá de un coma que le dejaría una minusvalía mental grave
El estado del director de cine Federico Fellini seguía siendo ayer desesperado, sin variaciones significativas con respecto a la víspera, pero con la confirmación, resultante de las pruebas practicadas, de que el bloqueo respiratorio y el subsiguiente paro cardiaco que sufrió en la tarde del domingo han afectado de modo grave e irremediable al cerebro del paciente. "Si Fellini lograra salvarse, la minusvalía cerebral lo dejaría reducido al estado de un recién nacido", afirmó un miembro del equipo médico.
"Nuestro principal problema es hacerle salir del coma, pero probablemente, por desgracia, no saldrá", dijo por la tarde otro médico que atiende a Fellini en la unidad de reanimación del hospital romano Umberto I.Por la noche, Gianfranco Turchetti, el médico de cabecera del célebre director de cine, dijo: "Se acerca el punto sin retorno. La situación no permite muchas esperanzas. Debemos considerar que, por muchos motivos, la batalla por la vida de Federico Fellini está perdida". Al parecer un sacerdote le administró la extremaunción, aunque Fellini no era creyente.
Las pruebas que le fueron realizadas a Fellini el lunes confirmaron que su encéfalo resultó "gravemente comprometido". Turchetti reconoció que el director de cine estaba comiendo cuando se puso malo el pasado domingo, pero negó ayer que se hubiera ahogado como consecuencia de los problemas de masticación que padecía a resultas del derrame cerebral que sufrió el pasado mes de agosto. El déficit respiratorio sufrido por el director italiano y el consiguiente paro cardiaco provocaron una falta de riego cerebral que afectó fatalmente al encéfalo. La terapia que se aplica al enfermo es la orientada al mantenimiento de sus funciones vitales, desde la respiración hasta el ritmo cardiaco, según otro doctor, que recordó: "La ley actual no permite 'desenchufar' a nadie mientras su corazón funcione. Ni siquiera cuando el encefalograma sea plano". La definitiva gravedad del estado de Federico Fellini ya había sido dada a entender pasada la medianoche del lunes por el también director de cine: Franco Zeffirelli, que se presentó en el hospital nada más descender de un avión procedente de Los Angeles. "Está vivo, pero no hay nada que hacer", dijo Zeffirelli tras hablar con los médicos. E incluso pronunció el primer elogio fúnebre del enfermo: "Fellini deja un vacío que será difícil llenar. Somos todos un poco culpables. En los últimos años había trabajado poco, por culpa de ese maldito juego masacrante del box office", añadió el director. Giulietta Massina, esposa de Fellini, ayer por la mañana volvió a salir de casa para seguir la terapia que le han prescrito debido a su estado nervioso. Delgada, ausente, en una congoja sin límites, algún testigo dijo haber visto un rosario entre sus dedos.
Babelia
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