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La inspiración para 'Parque Jurásico'

La recuperación de los nietos de las Abuelas de Mayo argentinas, el diagnóstico de enfermedades genéticas, la prueba para detectar el virus del sida e incluso la reproducción del ADN de fósiles que inspiró la novela Parque Jurásico se basan en una singular herramienta biológica que puso a punto Kary B. Mullis hace sólo 10 años y que le ha hecho pasar a la historia. Su largo y difícilmente comprensible nombre -reacción en cadena de la polimerasa- hace que sea conocida por sus siglas en inglés, PCR.Es uno de esos hallazgos que hacen época. Permite tomar fragmentos muy pequeños de material genético, de cualquier ser vivo, y amplificarlos a través de sucesivas copias para poder estudiarlos, someterlos a reacciones o manipularlos en general. Se basa en la utilización de una enzima o catalizador, la polimerasa, en cuya presencia se duplican las cadenas de ADN.

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Con este método es ahora posible, mediante un equipo simple, multiplicar millones de veces en pocas horas un. segmento determinado de ADN.

También muy importante ha sido la aportación de Michael Smith, que comparte con Mullis el premio. El código genético que se encuentra programado en la molécula en forma de doble hélice de ADN determina la naturaleza y disposición de los aminoácidos en cada proteína y, por consiguiente, también la función que debe tener dicha proteína.

Gracias al método (le Smith se puede reprogramar el código genético y de esta manera cambiar los aminoácidos específicos de las proteínas. Esto se denomina mutagénesis dirigida. Las posibilidades de estudio de la estructura y función de las moléculas de proteínas han sido totalmente modificadas y, por tanto, es posible fabricarlas a partir de nuevos métodos.

El flujo de información genética va del ADN a las proteínas pasando por la molécula mensajera ARN. Programando de manera diferente el código de una molécula de ADN se puede obtener una proteína en la que una forma del aminoácido es reemplazada por otra.

En la naturaleza existen programaciones defectuosas del mensaje hereditario que no son perjudiciales para el organismo. Poder efectuar dichos cambios de un código de una molécula del ADN a otro ha sido un viejo sueño de los investigadores que se hizo realidad con la mutagénesis dirigida de Smith.

Ya en los años setenta, Smith había logrado sintetizar químicamente los oligonucleótidos. Estudió cómo esos fragmentos sintéticos podían ser unidos al ADN de un virus. Descubrió entonces que aun si el fragmento sintético del ADN se comporta defectuosamente, igualmente podía ser unido en un lugar adecuado del ADN del virus y ser utilizado en la síntesis de un nuevo ADN.

Concibió entonces la idea de unir un oligonucleótido sintético reprogramado a una molécula de ADN y lograr así que se multiplicara en un organismo huésped apropiado. Esto provocaría una mutación que a su vez daría lugar a una proteína modificada. Cuatro años más tarde, Smith y sus colaboradores pudieron por primera vez aislar grandes cantidades de una enzima mutada en la que un aminoácido determinado se transformaba en otro . Estas investigaciones abren posibilidades de futuro a la terapia de los genes y con ello a la cura de enfermedades hereditarias, a través de la corrección del código genético de la masa hereditaria.

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