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Los conservadores británicos pretenden acabar con las ventajas sociales de las madres solteras

Los 'tories' convierten en cruzada moral el debate sobre el coste del Estado de bienestar

Isabel Ferrer

El fenómeno de las madres solteras y adolescentes en busca de un hogar lleva camino de transformar las discusiones sobre los costes del Estado de bienestar en el Reino Unido en una cruzada moral. Sir George Young, subsecretario conservador de la Vivienda, ha criticado su condición y ha anunciado una pronta reforma de las leyes de alojamiento, "que atienden ahora sus necesidades relegando a las parejas de recién casados". Uno de los primeros en replicarle ha sido George Carey, arzobispo de Canterbury, quien ha afirmado que dichas jovencitas "precisan ayuda y una sociedad capaz de prestársela".

La presentación de los Presupuestos del Estado en noviembre desvelará si los tories llevan adelante este proyecto.Sir George Young presentó sus planes la pasada semana en Blaackpool, durante la última conferencia del partido conservador. Sus argumentos, defendidos con ardor, señalaban la presencia de jóvenes madres, "en espera de su primer y probablemente no deseado hijo", a la cabeza de las listas de espera para obtener una vivienda protegida. Ante un enardecido público, el subsecretario se preguntó cómo explicaría a los recién casados, deseosos de formar una familia, "que aguarden porque una madre soltera tiene prioridad a la hora de conseguir un piso". Los cambios anunciados por Young pretenden impedir que unas leyes diseñadas para evitar que la gente duerma en la calle, "acaben minando los valores familiares y sociales propugnados por los conservadores".

Las estadísticas no le dan, sin embargo, la razón al funcionario británico. Los datos emanados del propio Gobierno y del departamento de Medio Ambiente, señalan que sólo 13.000 mujeres menores de 20 años (un 0,3% del total) disponía en 1991 de una casa protegida. La última encuesta publicada por el Instituto de la Vivienda indica, por su parte, que cerca de 142.000 personas fueron inscritas en 1992 como "sin hogar" por los municipios. Entre un 2% y un 14% de los que alegaron estar sin techo ante 30 ayuntamientos, eran madres adolescentes. El mismo instituto afirma que no hay signos de favoritismo para con las madres o padres solteros. "Todas las solicitudes se analizan en función de su urgencia y no por el estado civil del titular".

Mujeres heroicas

El estudio va aún más lejos en sus conclusiones. Asegura, por ejemplo, que las madres que vivían solas con sus hijos en una vivienda protegida eran "mucho mayores, separadas o víctimas de violencia doméstica". Nueve de cada diez municipios afirmaron que la presencia de madres solteras y adolescentes, "era escasa". Para George Carey, tanto unas como otras son mujeres en su mayoría heroicas que desean trabajar y no abusar de la seguridad social: "En lugar de vapulearlas hay que protegerlas".Los planes del subsecretario de la Vivienda han provocado además una airada reacción por parte del Consejo Nacional de Familias de un Solo Padre. Según su directora, Sue Slipman, la mejor forma de conseguir que una familia sea independiente es proporcionarles un hogar digno. Mantener a las madres solteras en hogares de acogida es por ello contraproducente.

El Partido Laborista mantiene su postura de considerar iguales a las familias compuestas por un padre y una madre o sólo por uno de ellos. Su respuesta al proyecto de sir George Young consiste en asegurar la búsqueda de un lugar de acogida o una casa para todos ellos de acuerdo con sus necesidades y no con su estado civil.

Esta suerte de ola neopuritana surgida de la última conferencia del Partido Conservador, afecta también a los fumadores en la sociedad británica. Cada vez es más frecuente que los médicos declinen atenderles "a no ser que prometan abandonar su hábito y llevar una vida sana", según lord Harris of High Cross, fundador de Forest, una organización destinada a defender la libertad de fumar y disfrutar del tabaco.

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