Lázaro Carreter inaugura el curso en la Real Academia Española

Cántico y Clamor, los dos grandes poemarios de Jorge Guillén, el mayor representante de la llamada poesía pura, están separados por la experiencia del dolor y la vida, según explicó anoche Fernando Lázaro Carreter, director de la Real Academia Española, en la sesión solemne de apertura del curso. Presidió el ministro de Educación, Gustavo Suárez Pertierra.Según Lázaro Carreter, Guillén se propuso en Cántico, que comenzó a partir de 1928, una obra que creciera a lo largo de toda su vida, regida por un mismo sistema poético. Sin embargo, las experiencias de la guerra civil, el exilio, la muerte de su esposa y la dictadura, le obligaron a cambiar de tono y, a la postre, incluso de obra: ahí es donde nace Clamor, que publica a los 67 años. Según Lázaro, la nueva obra no tiene aquella novedad deslumbrante de Cántico.

En la lectura de su memoria, el secretario de la Española, Víctor García de la Concha, dio cuenta de las incidencias de la institución durante el año pasado, y en concreto de los avances en la creación de una base de referencias que abarcará siete millones de palabras, la publicación de la 21 a edición del Diccionario de la Academia, y de la presentación de 160 propuestas de innovaciones léxicas.