DANZA Basura cheli

Diálogo de sordosCoreografia: Iñaki Azpillaga; música: Frank Zappa y Toni Rice. Sala Olimpia, Madrid. 25 de septiembre.

La pieza de Iñaki Azpillaga es la extensión obligada de algo más corto premiado en el 92. Ya era mala aquélla, y ésta, erre que erre, yerra y porfia hasta lo peor: la pasión de acumular despropósitos. La coreografía no se estira como la goma de mascar o la masa pastelera, ni el escenario luce más porque se abarrote de antiguos conocidos (casi fue una sesión nostálgica del antiguo grupo Bocanada, que hizo cosas muy buenas en su día)' Esa práctica hace que enseguida se vea el gastado plumero.En este caso, la directiva de que el coreográfo amplíe en el tiempo una pieza creada para concursar es un arma de doble filo, una mordaza a la inspiración que, por cierto, brilla por su ausencia.

Hay hasta una dudosa ironía en el programa de mano: Azpillaga firma un texto donde dice que si por el presupuesto fuera, Diálogo... sería un solo. Hubiera sido mejor para todos, y menos mal que no soltaron más pasta. Pero en el folleto de marras aún hay más: está la grafía personal del artista repleta de muchos Ja, ja, ja. ¿Acaso la onomatopeya de risa está usada para decir que se burla de todos? ¿Cual es el objetivo artístico de tales modos crípticos? Pitos y silencio. Nada puede argumentarse a favor de este bodrio que insulta hasta a la trayectoria de sus participantes.

La obra coreográfica, en general, tiende a la síntesis, a la brevedad, no a lo contrario. Otra cosa es proyectar una pieza extensa con la reunión -inteligente de pequefias creaciones. De hecho, muchos clásicos se han hecho así y de ellos perviven sólo fragmentos brillantes y aislados.

Pero esto no ha sido considerado aquí, y el resultado es un desastre, algo descarado, sin pies ni cabeza, que quiere hablar de la crisis de un Madrid envuelto en la basura (literalmente en bolsas y oyéndose el carro-trituradora que atormenta las madrugadas de muchos madrileños). Y basura es también lo que se ha visto sobre la escena.