La rara suerte de empezar dos veces
El taconeo de Marisa Paredes suena cercano en este festival en el que una película franco-española, En tránsito (Tombés du ciel), del cineasta Philippe Loiret, presentada a competición, la muestra encarnando uno de esos personajes que ella borda: el de una mujer dominante, en este caso la esposa de Jean Rochefórt. Es su segunda incursión internacional, después de Hors season, de Daniel Schmid, tras el exitaazo obtenido en Francia por Tacones lejanos, de Pedro Almodóvar.
Pregunta. ¿Como abordó este papel?
R. Trabajar en un idioma que no es el tuyo siempre es un esfuerzo muy grande y te exige trabajar de una manera mucho más específica que cuando lo haces en tu propia lengua, que te puedes regodear en los matices. Ha sido un salto estupendo, una prueba de fuego. Te quitas el susto. Y como este personaje permitía hablar en un francés patatero. Empieza pretendiendo que ella lo soluciona todo y acaba, ocurriendo lo contrario. Por otra parte, mi papel tiene una sola situación, y eso constituía también un problema. Al principio, no existía.
P. ¿No tenía entidad?
R. No, que no salía. En esta -historia de un hombre que pierdeel pasaporte y tiene que quedarse, en el aeropuerto, en el guión original siempre se decía que su mujer le estaba esperando, pero no salía en pantalla. Pero al cabo de tres o cuatro versiones del guión decidieron que el personaje era bueno y que era conveniente como contrapunto y para entender mejor al protagonista.Un segundo comienzo
P. ¿Por qué la eligió Lioret?
R. Bueno, él me conocía de Tacones lejanos, que gustó mucho, y mi personaje allí caló. Bueno, pues Lioret pensó primero en Stephane Audran, pero tuvo algún tipo de problema con ella, y cuando se enteró de que yo estaba en París para el estreno de Hors season, de Daniel Schínid, quiso cenar conmigo. Cenando le dije que cómo iba a poder, con mi francés macarrónico, pero me tranquilizó, pensó que eso le iría aún mejor_ al filme. La verdad es que tengo que parecer perdida, y yo estaba también perdida en la película.
P. Usted es de la poca gente que, en nuestro cine, disfruta de una segunda carrera siendo todavía joven. Esos bandazos, esos baches que ha habido por en medio hasta la espléndida "resurrección" en Tacones lejanos, ¿se corresponden con su propia vida?
R. Claro que sí. Por otra parte, cuando empecé, en el setenta, el cine español era mucho más esquemático, tradicional, con lo cual poco podía yo hacer, que siempre he tenido un físico raro, y entonces me dediqué mucho más al teatro. Pero también es cierto que la vida, mi vida me pareció siempre importante, incluso para equivocarme con ella, y me planteé, como otra gente de mi generación, vivir las cosas desde dentro, engañándome, confundiéndome, decepcionándome. Y a partir de cierto momento, cuando me empiezo a relajar, llega la segunda parte de mi carrera.
P. Eso se refleja en su forma de actuar.
R. Creo que sí. Además, éste es un oficio donde, más que en ningún otro, se nota el paso del tiempo para bien. Todo lo que pierdes de lozanía lo ganas en intensidad.
R. Interpretar, ¿llena mucho su vida?
P. Ahora mismo estoy en -un momento en que sí, más que nunca. Pero es que llega un punto en que actuar ya forma parte de tu vida, con ello te muestras realmente a muchos, y es una manera de expresarte, de ser coherente, interpretando, con lo que eres y cómo vives.
P. ¿Ve usted claras las cosas? Quiero decir, ¿podrá mantener la línea de trabajo que lleva ahora?
R. Claras no las veo para nada. Cuando más avanzas en una determinada línea, más dificil es mantener una coherencia. Me han ofrecido muchos proyectos, seis, ocho, pero unos por una cosa y otros por otra, no me satisfacían. Y yo no creo que esté en un punto de soberbia tonto, sino simplemente que no hay muchas grandes cosas para hacer. Así que me voy al Delta del Ebro a hacer un corto con un chico catalán que se llama Manuel Berenguer.
P. ¿Y el camino internacional?R. Hay un proyecto con Italia, que vamos a ver si sale, para el año que viene. Pienso que es un buen momento para que, a través de eso que se ha dado en llamar la Unión Europea,' haya una mayor circulación, de ellos -hacia acá, de nosotros para allá. Hay más posibilidades que hace cinco años, aunque veremos si se concretan.
Babelia
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