Una selección austera

Con un presupuesto algo más austero que el del pasado año, unos 500 millones de pesetas San Sebastián ha emprendido la selección de películas con cierto retraso ante la necesidad de clarificar y encauzar la polémica gestión económica de la pasada edición.La competencia de los gran des festivales europeos que le preceden y la normativa de la asociación de productores FIAPP, que exige que las películas a concurso de la sección Oficial sean de estreno absoluto, constriñen considerablemente el margen de maniobra del "festival internacional de septiembre".

Manuel Pérez Estremera cree que la normativa de la FIAPP para los certámenes de primera categoría es actualmente obsoleta, "puesto que", dice, "el cine mundial no produce anualmente las 180 obras maestras que serían necesarias para nutrir las secciones oficiales de los distintos festivales".

En su opinión, a la hora de emitir un juicio global, la crítica debería tener en cuenta las circunstancias en que se mueve el certamen. "No, no estoy pidiendo que nos traten bien, pero a veces", señala, "da la impresión de que hay una predisposición a ser más duro con el producto nacional. Los productores se quejan de que venir a San Sebastián supone enfrentarse a una crítica muy dura. De hecho", añade Pérez Estremera, "es significativo que no haya precisamente bofetadas para venir aquí, pese a que el festival ha demostrado que también puede ser una buena plataforma de lanzamiento".