La ONU prepara drásticas sanciones contra los rebeldes angoleños de UNITA

El conflicto angoleño se aproxima a una nueva encrucijada y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se prepara para adoptar en su próxima reunión del 15 de septiembre fuertes sanciones, políticas, diplomáticas y militares, contra la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), el movimiento rebelde que combate, con ayuda de Suráfrica, al Gobierno de Angola.

La troika de países observadores de los acuerdos de paz de junio de 1991 (Estados Unidos, Portugal y Rusia) se ha pronunciado a favor de endurecer las presiones sobre UNITA durante el encuentro que mantuvieron el viernes en Lisboa para ultimar sus recomendaciones a la ONU.La "misión de paz" de UNITA enviada a Lisboa, encabezada por el carismático general Arlindo Chenda Pena, Ben-Ben, jefe de Estado Mayor y sobrino de Jonás Savimbi, no consiguió movilizar apoyos en Portugal para romper el aislamiento internacional en que ha caído la UNITA desde que decidió alzarse de nuevo en armas tras las elecciones del 28 y 29 de septiembre de 1992.El presidente Mario Soares recibió al general Ben-Ben. El Gobierno que preside Aníbal Cavaco Silva se negó a mantener contactos oficiales con una organización "que se niega a acatar las resoluciones de la ONU e impide la distribución de ayuda humanitaria".

En las últimas semanas, el representante de Butros Butros-Gali en Angola, Blodin Alioine Beye, el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe presidente de la comisión ad hoc de la Organización de Unidad Africana, y la diplomacia estadounidense han multiplicado las presiones para convencer a Savimbi de que participe en una cumbre africana.

Pero la UNITA no está en dificultades sólo en el terreno diplomático; también en el militar, la situación ha dejado de resultarle tan favorable como hace un par de meses.

La reorganización de las fuerzas gubernamentales y las importantes ayudas militares, directas o indirectas, recibidas del exterior por el Gobierno empiezan a dar sus frutos, y los rebeldes están perdiendo la iniciativa en el frente. La ciudad de Cuito, capital de la provincia de Bié, tierra natal de Savimbi, sigue resistiendo después de seis meses de sitio, y otras dos capitales, Menongue y Luena, ya no están directamente amenazadas. En cambio, cuatro columnas gubernamentales, con apoyo de aviación y artillería, avanzan hacia Huambo.