San Sebastián se desborda para exigir la libertad de Iglesias Zamora en su mayor movilización anti-ETA

Una impresionante manifestación formada por decenas de miles de personas -entre 70.000 y 80.000, según las fuentes- desfiló ayer en silencio por las calles de San Sebastiánexigiendo la libertad del directivo de la empresa Ikusi Julio Iglesias Zamora, que permanece en poder de ETA desde hace 70 días. La manifestación, convocada por intelectuales, artistas, deportistas y profesionalesagrupados en la Iniciativa Ciudadana para la liberación del secuestrado, desbordó ampliamente las previsiones más optimistas para convertirse en la mayor movilización contra ETA de la historia de San Sebastián.

Antes de iniciarse la marcha, miles y miles de personas se agolpaban ya en las aceras a lo largo de todo el recorrido, desde La Concha hasta el estadio de Anoeta, punto final de la manifestación, en el otro extremo de la ciudad. La cola de la manifestación continuaba nutriendose de nuevos ciudadanos, mientras la cabeza llegaba ya a las puertas de Anoeta. La Guardia Municipal calculó que el número de manifestantes rondó los 80.000, mientras fuentes del Cuerpo Nacional de Policía re ducían esta cifra hasta 70.000.

La Iniciativa Ciudadana cana lizó ayer toda una eclosión de re chazo a la violencia y reunió a un exponente significativo de la práctica totalidad de las distintas esferas de la sociedad vasca.

Jugadores de la Real Sociedad, del Atletic de Bilbao, y del Juven, sindicalistas, jueces, miembros de los secretariados diocesanos, representantes de las asociaciones de padres, de la Universidad, del gremio de la hostelería, profesores y estudiantes, deportistas, colegios profesionales, comunidades cristianas, jóvenes del Consejo de la Juventud, directivos del sindicato de la Ertzaintza Erne, y hasta miembros de la Liga Internacional Masónica, marcharon codo con codo, fundidos en una marca gigantesca de lazos azules.

Una pancarta con el mensaje Julio Askatu (Julio Libre) abrió la marcha a las seis de la tarde en los jardines de Alderdi-Eder sostenida por los escultores Eduardo Chillida y Agustín Ibarrola; el juez Antonio Pericás; el central de la Real Sociedad Iñaki Alava; el presidente del Altletic, José Julián Lertxundi, y el empresario José María Vizcaíno, entre otros.

Detrás, por delante del Gobierno vasco y de los parlamentarios y políticos repartidos anónimamente entre el gentío, los trabajadores de lkusi portaban un gran lazo azul, símbolo de las movilizaciones contra ETA.

Minutos antes de sumarse a la manifestación, mientras la multitud abarrotaba ya los jardines de Alderdi-Eder, presididos por el gigantesco lazo azul que colgaba del Ayuntamiento, el lehendakari, José Antonio Ardanza, indicó que la manifestación era la prueba de que la sociedad vasca ya no necesita que los partidos la convoquen para manifestarse.

El consejero del Interior, Juan María Atutxa, cuya presencia fue aclamada, señaló que los violentos deberían reflexionar "aunque sea cinco minutos" a la vista de la impresionante multitud.

Tras atravesar a duras penas la ciudad, colapsada por la multitud que esperaba incorporarse a la marcha, los manifestantes abarrotaron el nuevo estadio de la Real Sociedad, en Anoeta, que cuenta 30.000 localidades, para asistir al acto que cerraba la convocatoria y en el que intervinieron intelectuales como Fernando, Savater, escritores como Andu Lerxuridi, Ramón Etxezarreta y la profesora Lola Valverde, informa Cristina Angulo. Con el recinto repleto, muchos manifestantes optaron por retirarse, pero otros miles decidieron permanecer en el exterior hasta el final del acto.

El bertsolari Euzkitxe, y los cantautores Imanol y Antxon Valverde actuaron brevemente. "En este pueblo ( ... ) estamos preparándonos para trabajar por la libertad", cantó en euskara Euskitze, poco antes de que Imanol y Antxon Valverde entonaran en la misma lengua versos para que llegaran, decían, "al zulo en el que estés, Julio".

Después, el escritor Xabier Gereño y la deportista Teresa Motos -hija de una víctima de ETA- leyeron el manifiesto de Iniciativa Ciudadana por la Liberación de Julio Iglesias. "No hay nada que explique el secuestro de Julio. Y no hablamos ya de justificarlo. Nos referimos a algo mucho más básico; sencillamente, no hay ninguna razón para que una persona se vea reducida a mero instrumento de cambio: su libertad y su vida por una cantidad de dinero".

El escrito finalizaba indicando que toda la sociedad vasca está también de alguna manera secuestrada. "A quienes suscribimos este manifiesto pueden separarnos muchas cosas, pero hay algo que nos une. La convicción de que la liberación inmediata y sin condiciones de Julio Iglesias es una necesidad para este pueblo". Un prolongado y clamoroso aplauso cerro el acto después de que la multitud guardara un minuto de silencio y se liberara una paloma.