Nuevas reglas comerciales que impidan el 'dumping'

Sin caer en el proteccionismo, Felipe González cree que ha llegado el momento de intentar introducir en el comercio internacional reglas que impidan el llamado dumping social por parte de países en vías de desarrollo, especialmente en Extremo Oriente, cuyos costes laborales son muy bajos porque sus trabajadores carecen de protección social. También es partidario de imponer ciertas reglas de juego a la circulación de capitales, pero sin poner en tela de juicio su liberalización, que considera irreversible.Los bajos costes laborales en el Tercer Mundo son una de las siete causas, según el presidente del Gobierno, de la actual crisis económica que atraviesan los países europeos industrializados. Provocan la llamada deslocalización de empresas que se trasladan del Viejo Continente a Extremo Oriente o México para poder fabricar a mejor precio. El fenómeno no sería tan grave si esos países, cuyo crecimiento económico anual se sitúa en un 6% pero puede alcanzar un 11% (Malaisia en 1991), distribuyesen equitativamente su riqueza generando nuevos consumidores de productos europeos.

En su batalla comercial contra los otros dos gigantes del mundo industrializado -Estados Unidos y Japón-, la Comunidad, sostiene González, lucha en desventaja. El menor esfuerzo y la escasa puesta en común de sus políticas de investigación y desarrollo le impiden sacar todo el partido necesario de la inversión que dedica a ese sector. Los costes laborales unitarios son también inferiores, sobre todo en EE UU, a los europeos. El mercado de trabajo es, por último, más móvil y flexible. El precio del despido laboral es en EE UU nulo para un empresario.

A estas cinco causas externas de la mala racha que padece Europa, González añade dos internas. En el seno de la CE hay una pérdida de fe en la integración que provoca una cierta renacionalización de las políticas. En las puertas de la Comunidad, sobre todo en Europa Oriental, el hipernacionalismo está además llevando a la tribalización del antiguo bloque del Este. Aquí la solución está más clara. Consiste en ir hacia más Europa y no hacia menos.

La reacción ante el dumping social debe consistir, preconiza el presidente, en rechazar que una explotación del estilo del siglo XIX se perpetúe a finales del siglo XX. Hay que promover la introducción de reglas mínimas de bienestar social en las sociedades en desarrollo emergente.