_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Gritos y susurros

Ya no se grita como antes. En las plazas de toros, quiere decirse. Antes se podía hacer un tratado costumbrista y sociológico sólo con oír las expresiones, exclamaciones, aspavientos, finos epítetos que el público de toros lanzaba lleno de entusiasmo a toreros, picadores y presidentes. Y en todos los cosos era parecido. Ahora cada plaza tiene su personalidad. Madrid grita, Sevilla calla, Bilbao susurra, Pamplona berrea.

Madrid grita; con cierto ingenio a veces. "Uuuuuuun ... petardo". Y alguien del siete ha simulado un segundo antes el sonido onomatopéyico de un cohete. En Sevilla no se oye una mosca como si estuvieran totalmente en misa mayor. Me río yo de algunos colegas cuando dicen de un torero que "oyó el silencio en su lote". ¿O es que toreaba en Sevilla, acaso? Para oír silencios, los de la Maestranza.

Más información
Gran escándalo

Pamplona, berrea. Ya sé que no es toda la plaza, pero siempre hay excepciones. La sombra, mismamente. Pero que le pregunten a un torero lo dificil que es estar ante un toro en puntas -en Pamplona no se afeita, mire usté- con el vocerío de la muchachada. Alguna vez, un grito, una contraseña como "Innnn ... duráin", salva la plaza de mayores males.

En Bilbao se susurra, poco, ésa es la verdad, porque los tiempos han cambiado y además los vascos somos largos en hechos y cortos en palabras. Pero todavía cuando un torero se dispone a hacer faena importante, se oye un largo, bisbiseante, sibilino susurro de expectación en Vista Alegre. Pero ya en Bilbao las expresiones se limitan a cuatro: "Ehhhh...", "fueraaa", musicáaaa" y "presidenteee".

La de más fuste es "presidenteeee" y esa sí que ha cambiado mucho. Se podría hacer un estudio de la evolución del país por cómo ha ido cambiando el airado ejercicio democrático de increpar a la Presidencia. Durante la República se les llamaba "acémila". "Acérnilaaaa", que como todo el mundo sabe es sinónimo de. mula. En la época en la que Juan Ramón publicó Platero, se les llamó "jumento". "Jumento" tiene una carga poética de algodonosa ternura. "La autoridá en plaza tuvo que pechar muchos años con el directo y procaz epíteto de "burro". Se decía "burro" enseñando las entradas como si se fueran a poner, vueltos hacia el palco, un par de banderillas. Fue la época más desagradable. Ahora no. Ahora, con buenas maneras y evidente estilo europeo, reclama el pañuelo verde la afición mientras dice, como si estuviera en el Congreso y fraseando mucho las sílabas: "Pre-si-den-teeeee". No cabe duda que vamos mejorando. Y no cabe duda tampoco de que ésa -los gritos y susurros- es la música callada del toreo. Y desgraciadamente no la de Bergamín, que se percibe bastante menos.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_