Italia reafirma su derecho exclusivo a decidir quien manda a sus 'cascos azules' en Somalia
El futuro del general Bruno Loi se ha convertido en un rompecabezas. Mientras que el Gobierno italiano dice ser el único competente para decidir su relevo, el almirante Jonathan Howe, representante especial de la ONU en Somalia, aseguró ayer en Mogadiscio que, en su opinión, el general será sustituido. El presidente Clinton, entretanto, ha salido al paso de las críticas vertidas contra el militar al asegurar que "no tiene objeción alguna" al papel desempeñado por Loi.
Somalia se ha convertido en un polvorín diplomático. La posición oficial italiana fue reiterada ayer por el ministro de Asuntos Exteriores, Beniamino Andreatta, ante las comisiones de Exteriores y Defensa del Senado. Tras ese planteamiento se esconden algunas divergencias de matiz en el seno del Gobierno italiano. Andreatta, que demuestra un especial empeño por desdramatizar las cosas, declaraba ayer, en una entrevista publicada por el diario La Repubblica: "No nos vamos de Somalia; no dejaremos plantados a las Naciones Unidas ni a nuestros aliados".El presidente del Gobierno, Carlo Azeglio Ciampi, ha adoptado, en cambio, una actitud más belicosa. En la mañana de ayer afirmó en la Cámara de Diputados: "Una aclaración de las cosas es fundamental para que continúe nuestra intervención en Somalia"., Un parecer aún más decidido fue expresado por el general Domenico Corcione, jefe de Estado Mayor, en declaraciones al Corriere della Sera: "¿Debemos desplazar el contingente hacia el norte, donde ya hay otros soldados italianos?", le preguntan. "Eso ha dicho el ministro Andreatta", responde. "Pero yo soy de la opinión de que, si no estamos de acuerdo, no lo estaremos ni en Mogadiscio ni en ningún otro sitio. Es inútil moverse
Previamente, Corcione había resumido así los problemas existentes: "Es un hecho que la misión de: paz se está transformando en una operación de guerra".
Ciampi, Andreatta y el ministo de Defensa, Fabio Fabbri, se reunieron al mediodía de ayer para coordinar posiciones y, limar diferencias, aunque oficialmente lo hicieron para concretar el mandato de la misión informativa acordada el miércoles, que ayer todavía no había emprendido viaje. La delegación está integrada por el subjefe de Estado Mayor, general Mario Barucci, y por un diplomático, Maurizio Moreno. La misión no tendrá, sin embargo, el carácter de un comité de investigación sobre la actuación de Loi. Y, para subrayarlo, ayer fueron reiteradas las declaraciones oficiales de solidaridad con el militar cuestionado.
Despúes de que Fabbri afirmara el miércoles que Loi no había hecho más que seguir las órdenes del Gobierno y cumplir con su deber, Andreatta dijo ayer ante el Senado: "Debo decir que esta campaña de insinuaciones inmotivadas contra el comandante de nuestro contigente es intolerable".
El ministro italiano de Exteriores describió, por otra parte, el origen del problema como la consecuencia de una clara salida de tono del ganés Annan. Andreatta volvió a recordar ayer, en efecto, cómo, durante la conversación telefónica que mantuvo el martes con el secretario general de la ONU, Butros Butros-Gali, éste le había dicho que sería deseable que Lo¡ fuera relevado antes del fin natural de su mandato. Andreatta le dijo que el asunto se estudiaría.
El Gobierno alemán, por su parte, está dispuesto a analizar en profundidad el papel de sus tropas en Somalia y decretar llegado el caso su retirada si no cesan los ataques contra los cascos azules, según dijo ayer el titular de Exteriores, Klaus Kinkel.
Las declaraciones del ministro se produjeron poco después de que se conociera que los cascos azules alemanes habían sido blanco de los disparos de los guerrilleros de Aidid. Ninguno de ellos resultó herido. La oposición socialdemócrata ha pedido de forma reiterada la retirada total de los efectivos alemanes Hasta la fecha, el Ministerio de Defensa alemán tiene desplegados en Somalia un total de 275 soldados aunque para la próxima semana está previsto el envío de otros 1.500.
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