EL PP pide que se asuman responsabilidades

José María Aznar reclamará de Felipe González, durante su intervención en el pleno de investidura, que gobierne; es decir, que comience a tomar decisiones para enfrentarse a la crisis económica. El líder del Partido Popular (PP) ha mantenido desde el 6 de junio una actitud prudente y respetuosa hacia las iniciativas para conseguir una fórmula de gobierno estable. Pero tras la investidura destacará que ha llegado la hora de asumir responsabilidades.

Aznar comenzó a preparar su intervención en el pleno a finales de semana, cuando aún eran varias las incógnitas. No obstante, a reserva de conocer la extensión de los apoyos que González pueda conseguir hasta la fecha del pleno y el contenido del discurso que pronuncie el jefe del Gobierno en funciones, el líder del PP tiene varias ideas definidas, según fuentes de su partido.El presidente del principal grupo de oposición no va a aceptar que, amparándose en la gravedad de la situación económica, se caiga en un juego político en el que se intente corresponsabilizar a todo el arco parlamentario. Aznar quiere dedicar la legislatura a reforzar su papel de alternativa.

Los populares mantienen que la crisis tiene padre y madre, y su agravamiento en España es consecuencia de una determinada política, la del PSOE. Su presidente ya ha anunciado que no aceptará una especie de totum revolutum que permita a González y a los socialistas "escurrir el bulto", y repartir culpas entre la oposición y los agentes sociales.

Aznar, notablemente reforzado desde el punto de vista parlamentario tras el 6-J, pedirá, y además, ofrecerá diálogo y equilibrio institucional. Considera que el mayor peso de su grupo le convierte en interlocutor inevitable para el Gobierno y que el acortamiento de la distancia en las urnas entre socialistas y populares debe revertir en un mayor equilibrio en ciertas instituciones, como el Defensor del Pueblo o el Consejo de Administración de RTVE.

Advertencia solemne

Fuentes del PP consideran muy probable que su presidente exprese en el hemiciclo ante Felipe González una advertencia solemne contra la tentación de introducir cambios en el sistema institucional para intentar eludir esos acuerdos. Aznar y sus colaboradores temen que el Gobierno ceda a la tentación de modificar las normas sobre elección de ciertas instituciones del Estado para la que hasta ahora se requiere mayoría de dos tercios en el Congreso, alegando que el sistema actual conduce al bloqueo, como en el caso de la designación del nuevo defensor del pueblo.

Por su parte, el portavoz del Grupo Popular en el Senado, Alberto Ruiz Gallardón, anunció ayer que su grupo cuidará "mucho" de que no se rompa el principio constitucional de la solidaridad interterritorial de España "sea cual sea la composición del próximo Gobierno, monocolor o de coalición", informa Efe. Ruiz Gallardón añadió tajante: "Los senadores populares no permaneceremos indiferentes ante inversiones del. Estado que ahonden el desequilibrio territorial que padece España, sino que exigiremos que se invierta más en las comunidades que tienen un nivel de rentas inferior a otras, como establece la Constitución".

El portavoz del PP aseguró que la Cámara alta se convertirá en esta legislatura en "protagonista importante de la vida política española y no va a ser, como ha sido hasta ahora, un mero eco del Congreso, lo que va en, contra de la propia Constitución y del mandato de los electores".

En cuanto a la reforma del Reglamento del Senado, perfilada antes de la disolución (le las Cortes, Ruiz Gallardón adelantó que se llevará a efecto antes de terminar el próximo mes de noviembre, "lo que permitirá empezar a trabajar desde ese momento como una verdadera Cámara de representación territorial".

"Ahora bien", matizó, "esa reforma no satisface las aspiraciones del Partido Popularsobre la territorialización del Senado, por lo que la aprobaremos de forma provisional, ya que la reforma definitiva deberá hacerse a través de la reforma constitucional".