Un castillo y un dolmen

El antiguo castillo de la Baronia de Rialb, conocido con el renombre -como dice en el catastro- de "masía de Sols de Riu", también será dinamitado como paso previo a la construcción del pantano de Rialb. Perteneció en el siglo XVI a los Alentom, señores de Seró, hasta que, en el siglo XVIII, pasó a los condes de Belilloc. A finales del siglo pasado fue vendido "a un señor de Barcelona" y se fue deteriorando. Finalmente, lo compró su masovero.Su hijo es ahora el actual propietario, un payés de 58 años llamado Josep Estany, que vive entre sus muros con la única compañía de. su madre, una anciana de 80 años. El castillo ha perdido parte de su esplendor, pero en la solidez y calidad de sus muros de piedra se adivina su señorío.

El edificio, amurallado y con ventanas almenadas, tiene tres alas. Una medieval, otra del siglo XVHI y una tercera construida según el gusto barcelonés del siglo pasado. En el patio se conserva la capilla de Sant Jaume, que en el arco de la puerta tiene esculpida la fecha de 1645. "Vamos a desmontar el arco de la fachada y nos lo llevaremos a la parte de la finca que no será anegada por las aguas. Del castillo, ya veremos lo que podemos salvar", dice pensativo Estany.

El castillo cuenta con un molino, una bodega y un horno de pan.

A pocos metros del recinto amurallado, en la orilla del Segre, un dolmen prehistórico permanece impasible al paso de los años. "Dicen que lo van a poner junto a una gasolinera", comenta con tristeza Estany. "¿Será verdad?".