Delors asegura que el paro amenaza gravemente a la construcción europea

, La CE no podrá soportar la presión social del paro, que alcanzará los 17 millones a (males de año, y promete seguir creciendo entre dos y cuatro años.más, según aseguró ayer el presidente de la Comisión, Jacques Delors, ante el Parlamento Europeo (PE). La propia construcción europea se halla actualmente en peligro, segun las severas advertencias lanzadas ayer en Estrasburgo. El PE discutió una resolución, apoyada por los dos grupos principales socialistas y populares en la que se lanza un grito de alarma por "el brutal agravamiento de la situación del mercado de trabajo", el escepticismo de los ciudadanos ante la CE y la impotencia europea frente al conflicto de los Balcanes.

El desempleo en Europa será el tema central de la próxima cumbre de Copenhague, los días 21 y 22 de junio, en la que los jefes deEstado y de Gobierno revisarán también la situación de las conversaciones de adhesión de Austria Finlandia, Noruega, y Suecia las acciones emprendidas en la guerra de los Balcanes y las iniciativas de democratización de las instituciones comunitarias. Delors considera aue el crecimiento imparable del desempleo, y la propia perspectiva de la instalación de un crecimiento sin más trabajjo, pueden constituir un obstáculo insalvable para la construcción europea.

La Comisión presentó ayer en Estraburgo el libro verde sobre la lucha contra el paro que llevará a la cumbre de Copenhague. En él se avanzan varias ideas dirigidas a flexibilizar el mercado de trabajo, rebajar los costes de la mano de obra crear nuevos tipos de empleo (en medio ambiente, tareas domésticas o actividades artísticas) o reformar las instituciones implicadas en la gestión del mercado. Los 12 Estados, por su parte, a través del Comité Político y Económico, han elaborado otro informe que recoge todas las experiencias europeas de lucha contra el paro, con la vista puesta en algunos aspectos del modelo norteamericano.

Delors presentará también algunas ideas que relacionan la aparición de decenas de nuevas sociedades de mercado libre en el Este de Europa con la disminución de la competitividad y el crecimiento del paro masivo. Todo apunta, así, a que en la Cumbre de Copenhague habrá una iniciativa de los Doce para impulsar una profunda flexibilización de los mercados de trabajo. El propio Parlamento contribuyó a ello, pidiendo el recorte del tiempo de trabajo y la desaparición de las rigideces actuales, aunque matiza que la desregulación y la reducción de derechos de los trabajadores no crean nuevos empleos.

La ratificación de Maastricht en Dinamarca y el Reino Unido no ha levantado los ánimos en las instituciones europeas, que se plantean la definición urgente del camino que hay que emprender ahora en muy malas condiciones, tanto por el clima económico como por la cotidiana muestra de impotencia respecto a los Balcanes. Frente a las voces que empiezan a pedir un aplazamiento en la aplicación de Maastricht Delors defendió el calendario establecido en el Tratado. "La segunda fase de la Unión Económica y Monetaria", dijo, "debe arrancar imperativamente el 1 de enero Próximo".

Instituto monetario

En esa fecha debe estar funcionando el instituto Monetario Europeo, cuya función es preparar la tercera fase de unión monetara ara 1997 o como máximo ara 1999. Los Doce deben nombrar a su presidente y designar la sede del futuro banco central. Delors denunció también que hay dos políticas contradictorias en la CE: "Una basada en la depreciación de la moneda, idescenso de los tipos y cierta disponibilidad presupuestaria a corto plazo (... ) y la otra basada en la estabilidad de la moneda y la reducción de los déficit para bajar los tipos de interés". Ambas políticas son contradictorias, se anulan y terminan perjudicando a la propia competitividad europea, según Delors.

El primer ministro británico, John Major, propugnaba ayer mismo en una entrevista concedida al Financial Times la entrada urgente de los nuevos socios antes de que se produzca la reforma institucional de la CE. El punto de vista contrario fue defendido por el diputado socialista español, Luis Planas, quien pidió acelerar las reformas antes de que la CE tenga 16 socios. El Parlamento considera én su resolución que la ampliación no debe perjudicar la capacidad de decisión y funcionamiento de la CE".