Jorge Edwards presenta sus, nuevos cuentos de fantasmas semirreales

El escritor Jorge Semprún se reconoció anoche, en la presentación del libro Fantasmas de carne y hueso, del chileno Jorge Edwards, como un personaje que fue apartado de este libro antes de ser escrito. Jorge Semprún, que escribe actualmente sus memorias, señaló que éste es uno de los placeres más exquisitos que pueden existir: dejar a alguien fuera de un libro. "Ni una sola palabra de Pilar Miró, ni media de Txiki Benegas", dijo el anterior ministro de Cultura, destituido en el último reajuste ministerial.

Previamente, Beatriz de Moura, editora de Tusquets, señaló que, pese a las apariencias, "la materia literaria es el terreno en el que Jorge Edwards siempre se ha movido", y a ella ha regresado después de un tiempo de pausa.Edwards, ex diplomático del Gobierno de Salvador Allende en Chile, escribió un libro contando su experiencia en la isla, Persona non grata, publicado en 1976, y que motivó en su época el escándalo de los comunistas ortodoxos.

En la presentación de anoche, Jorge Semprún aludió a la época en que ambos coincidieron en Cuba, como jurados de sendos premios literarios de la Casa de las Américas en 1967 y 1968, "cuando todo empezó a echarse a perder en Cuba", dijo.

Experiencias

Edwards definió sus cuentos como "un territorio entre la invención y la memoria", toda vez que, en apariencia ficticios, los cuentos aluden voluntariamente a experiencias reales y el propio narrador los comenta. Esta técnica híbrida es también un distintivo de lo que se podría llamar el estilo Edwards, pues también lo utiliza en otros libros con otros géneros, al igual que como conferenciante.

Según dijo, en el 400 aniversario de su primer libro de cuentos, El patio, Edwards quiso romper algunos moldes y ser, también, "un disidente frente al género". "Es un libro de desencuentros: el encuentro del exiliado con su país, el de un dirigente político con otro... El único tema que se salva es el del tiempo", manifestó.

En su presentación al libro de Edwards, Jorge Semprún utilizó un tono cálido y no por ello menos críptico. "Estamos reunidos bastantes fantasmas de carne y hueso", comenzó diciendo. "Faltan algunos porque son de polvo y sueño".

Jorge Semprún dio también testimonio de su "emoción de lector", por tratarse, dijo, de un libro maestro: de iniciación a la vida, al exilio y también a la muerte.