La Guardia Civil atribuye el robo de las pinturas de Benirrama a un coleccionista

Las pinturas rupestres del Abrigo de Benirrama (Alicante) están en manos de un coleccionista de obras de arte, según los especialistas en patrimonio de la Guardia Civil. La investigación ha determinado que el expolio se efectuó hace unas dos semanas y no en los últímos días como apuntaban los primeros datos.Las pinturas rupestres -del quinto milenio antes de Cristo- fueron robadas con una sierra radial alimentada con un grupo electrógeno. El lugar donde se encontraban las pinturas, en un entrante situado en plena montaña de La Vall de Gallinera, localidad de la comarca alicantina de la Marina Alta, es de difícil acceso. Los ladrones, una vez superadas las protecciones del Abrigo de Benirrama, emplearon la sierra radial para seccionar la roca en dos cuadrados, que contenían cuatro figuras humanas.

Las dificultades del terreno y la necesidad de transportar un grupo electrógeno hacen sospechar a la Guardia Civil que entre los saqueadores hubo algunos jóvenes, aunque se carece de pistas fiables.

La Consejería de Cultura de la Generalitat ha presentado denuncia ante un juzgado de instrucción de Denia y ha informado al Ministerio de Cultura, que, a su vez, dio parte a Interpol ante el peligro de que las piezas robadas salgan del país.