IU denuncia que el Banco Santander ha cometido numerosas infracciones en su sede de Castellana
El Banco Santander emprendió en 1987 la rehabilitación de un edificio en pleno paseo de la Castellana para su sede central, y en las obras, al final, se han cometido 13 graves infracciones urbanísticas, según denuncia el grupo municipal de IU; entre ellas, la construcción ilegal de un gimnasio con piscina en el sótano. El Ayuntamiento reconoce "importantes contradicciones" entre el permiso concedido y los planos, pero no ha vigilado escrupulosamente el cumplimiento de la licencia, aparentemente por una disputa sobre competencias entre organismos municipales. Un técnico del banco minimiza las acusaciones.
La denuncia contra el Banco Santander fue formulada al alcalde el pasado diciembre por el portavoz de Izquierda. Unida, Paco Herrera. El concejal de IU esperó a finales de enero para repetir un requerimiento oficial al primer edil solicitando su intervención, y aprovechó para enviar otro al consejero de Política Territorial, José María Rodríguez Colorado.Izquierda Unida calcula que la sanción aplicable a los promotores de está obra se acercará a 200 millones de pesetas, y ha encargado a su abogado, Juan Francisco Pla, un escrito para solicitar a la fiscalía de Madrid una actuación de oficio. Además prepara diversas querellas judiciales y contenciosos administrativos.
Las deficiencias observadas, reconocidas por informes internos de responsables técnicos municipales, tienen que ver, en primer lugar, con la licencia otorgada el 29 de junio de 1987 a la empresa Cenit para las obras de acondicionamiento general del edificio sito en los números 24 y 26 del paseo de la Castellana. El permiso consistía en la reestructuración de este céntrico inmueble protegido para adaptarlo a uso exclusivo de oficinas, con el propósito de ser utilizado posteriormente como sede emblemática del Banco Santander.
Desmontaje de la cubierta
El 16 de noviembre de 1988, el concejal de la Junta de Distrito de Salamanca decretó la suspensión inmediata de las obras por entender que Cenit había desmontado de forma abusiva la totalidad de la cubierta y había va ciado la finca, sobrepasando lo concedido en la licencia.Meses más tarde, el Banco Santander adquirió los edificios colindantes, ubicados en las calles de José Ortega y Gasset, 3, y Marqués de Villamejor, 4, para los que pidió otra licencia. Cenit, por su parte, ha interpretado los permisos de construcción a su conveniencia o a la de su cliente (el banco), según arquitectos que inspeccionaron posteriormente los trabajos.
La relación de infracciones se centra en 13 conceptos no permitidos en la licencia, según denuncia IU. El edificio presenta actualmente tres huecos en su planta baja. de acceso por el paseo de la Castellana, cuando en la licencia se limitaba este aspecto a sólo uno.
La demolición por ruina de la crujía (espacio comprendido entre dos muros de carga) central del edificio obligaba a su reconstrucción. No se ha hecho así y se ha sustituido este procedimiento estructural por pilares forrados con tabiques de Pladur, dejando diáfana la planta. No se ha consultado a la Comunidad de Madrid la elección de los colores de la fachada. Y se ha demolido la escalera del edificio de la calle del Marqués de Villamejor.
Además, el ascensor del bloque de la Castellana ha desaparecido y su hueco ya no existe Tampoco se ha respetado la geometría del edificio, pues el tramo central interior de la cubierta se ha construido horizontal, aumentando su volumen.
El acabado final de la obra ha suprimido totalmente la ventilación del patio central cubierto que tendría que estar ventilado al menos en un 20% de su superficie. El portal de la finca de la calle de Ortega y Gasset (antes Lista) ha sido suprimido. La bóveda no es la aprobada y su toque clasicísta ha sido reinterpretado con un criterio moderno menos compatible con la catalogación protegida del inmueble.
La solución y el emplazamiento de la escalera han sido cambiados y ahora aparece en el patio central. La celosía de este patio tampoco tiene nada que ver con la propuesta en el proyecto y limita la superficie de iluminación útil hacia las plantas servidas. Ha sido modificada la disposición de los muros que unen los patios y se ha habilitado un gimnasio con piscina en el sótano sin posibilidad alguna de ser legalizado.
El Ayuntamiento está en estos momentos delimitando de qué departamento es la competencia para actuar. El concejal de la Junta de Salamanca Ángel Lárroca reconoce que sus técnicos han observado "presuntas anomalías e importantes contradicciones" entre los planos y lo estipulado en la licencia. Larroca defiende que es la Gerencia de Urbanismo -que concedió el permiso y dispone de toda la documentación- la que debe intervenir ahora. Pero en Gerencia se opina lo contrario.
El concejal recuerda el último decreto de la alcaldía que encomendaba esta tarea al área que firme la licencia. Mientras la discusión se dilucida, Larroca ha asumido la responsabilidad, ha pedido el expediente completo y ha puesto a sus técnicos a trabajar. Dice que no le temblará la mano ante el poder de la banca si se demuestran las infracciones.
Paco Herrera, de IU, se mostró sorprendido, de todos modos, por "el grado de colaboración del PP en el Ayuntamiento con el señor Botín [presidente del Santander], dada la celeridad con que se actúa en otros casos". Hace unos meses fue Banesto el banco denunciado -por el PSOE- tras ejecutar obras sin licencia desde 1989 en su finca de Hortaleza. La Gerencia de Urbanismo ha redactado en ese caso una veintena de expedientes sancionadores, aún sin resolver. Los edificios han sido precintados o paralizados. El Ayuntamiento estudia su legalización, que no los eximirá de la multa.
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