La reunión de Antigua lamenta la falta de liderazgo iberoamericano

La cumbre del pensamiento reunida en Antigua (Guatemala), que comenzó el lunes y acaba hoy, ha servido para conocer cuál es el lamento intelectual de América Latina: su falta de protagonismo en el concierto internacional y, como consecuencia de ello, el temor a entrar de forma marginal en el nuevo milenio. Como anunció el miércoles el sociólogo chileno Marco Antonio Garretón, "en América Latina, lo que preocupa en cierta medida es quedar fuera de la historia".

Resulta curioso que un debate, proyectado para surtir de nuevas ideas a la región en su tránsito hacia el nuevo milenio, se haya convertido también en un foro de autocrítica sobre los errores cometidos en el pasado. En opinión del filósofo Xavier Rubert de Ventós, esta autocrítica de sentirse nada en el concierto internacional al menos ha venido acompañada por un síntoma positivo: la disminución del tradicional bonapartismo con que se han venido planteando en los dos últimos siglos los problemas en la región.Rubert de Ventós, eurodiputado socialista, piensa que el bajón de adverbios y adjetivos, en suma la retórica, es sintomático y también un indicador, pese a su sentido semántico, de que las cosas se ven con menor grandilocuencia y con mayor sentido del problema. "Ya no se habla en términos verbales o genéricos. En vez de democracia se dice mecanismo democrático. Lo mismo ocurre con educación, que se plantea ahora como forma educativa. Este aprendizaje, como ocurrió en España años atrás, es higiénico y alentador".

Carlos Monsivais, el único escritor mexicano de primera fila en esta reunión, piensa que se palpa un enorme temor a la marginación, que en el caso de la ciencia y la tecnología tiene su origen en la propia precariedad en que se vive y también en su dependencia exterior. No obstante, según Monsivais, todo esto está sirviendo para que en Antigua se esté unificando el pensamiento de América Latina. Uno de los logros ya, a su juicio, ha sido la liberación del culto al mercado, lo que considera aún tibio.

Los debates de estos días han revelado, como anunció el ex vicepresidente de Nicaragua y también escritor Sergio Ramírez, que "América Latina es un territorio de discusión permanente". "Desde el siglo XIX estamos importando modelos y cuando éstos se derrumban en otras partes del mundo nos encontramos de repente tratando de detener las paredes".