Sanidad prepara la regulación de la publicidad sobre concursos y regalos

Las campañas publicitarias para participar en un sorteo o de recibir un regalo enganchan cada vez a más gente. Para salir al paso de los abusos que se registran, el Ministerio de Sanidad y Consumo elabora una norma que garantice que no se oculta el precio real que paga el consumidor y que la asignación de los premios sea fiable.

María Ángeles Amador, subsecretaria de Sanidad, anunció ayer esta medida en el Senado, cerrando el ciclo de intervenciones de expertos, directivos del mundo de la comunicación y responsables de diferentes organismos de la Administración en la comisión especial sobre publicidad que se ha venido reuniendo en las últimas semanas.En la última sesión intervinieron también el director de la Real Academia Española, Fernando Lázaro Carreter, y la secretaria general de Comunicaciones, Elena Salgado. La comisión hará públicas las conclusiones de sus investigaciones sobre el momento actual de la publicidad en España".

La segunda novedad normativa en la que trabaja el Gobierno es, según la subsecretaria de Sanidad, el delito publicitario al que se refiere el proyecto de ley orgánica de Código Penal. "La falsedad en la calidad y cantidad de lo que se oferta en el mercado es una conducta tan grave y tan perturbadora del orden socioeconómico que no debe ser ignorada por un código penal moderno", señaló.

Nuevas formas

También se refirió Amador a la posible regulación de las nuevas formas de publicidad, como las canalizadas a través del fax, la llamada publicidad interactiva o la publicidad unida a la mercadotecnia promocional (que se está autorregulando a través de las listas robinson). Dijo, sin embargo, que no puede controlarse con una ley la utilización de la mujer y de la infancia en la publicidad, "aunque sea un motivo de preocupación y rechazo".En una sesión celebrada por la mañana ante la misma comisión, Lázaro Carreter dijo que los anuncios comparten el lenguaje normal, "aunque lo usan para chocar y sorprender". El lingüista puso especial énfasis en rechazar la publicidad que se basa en el lenguaje de los jóvenes, "que se distingue por utilizar una jerga especial y por ser profundamente empobrecedor". Lázaro Carreter aseguró que los jóvenes no utilizan más de 1.000 o 1.200 palabras, mientras que para hablar una lengua media se necesitan 18.000 palabras".

La secretaria general de Comunicaciones explicó las intervenciones que ha llevado a cabo el Ministerio de Obras Públicas y Transportes en materia de control de emisiones publicitarias de la! televisiones privadas y sobre la transposición de la directiva comunitaria sobre televisión sin fronteras.