Un rayo de luz

"Tras la resaca del 92, espero que 1993 signifique tocar suelo y, a partir de 1994, comience una recuperación teatral en España", afirma Juan Matute, secretario de acción sindical de la Unión de Actores, que es el sindicato mayoritario en el sector. Matute, de niño veía, como muchos otros, las películas de Marisol y, parafraseando el título de una de aquellas, manifiesta su convicción de que, a pesar de las tinieblas que rodean la crisis de la escena española, existe "un rayo de luz"."De los 10 Mandamientos que llevaron a la Plataforma de la Cultura a la huelga de diciembre de 1991, se han cumplido la mitad", dice Matute, "y las relaciones con Juan Francisco Marco, el director del INAEM, son ahora muy buenas". Según la Unión de Actores, se han producido los siguientes cambios: creación de un nuevo Consejo de Teatro, que empezará a funcionar en un mes, y prevé tanto la participación de las comunidades autónomas e, incluso, del Ministerio de Educación, ya que, según admiten tanto la Unión como el INAEM, "es vital la formación de nuevos públicos". Este organismo se encargará de otorgar las subvenciones y se regirá por criterios de "racionalización y justicia distributiva".

Además, según este amplio colectivo de actores, se ha llegado a un acuerdo con la Administración en un tema fundamental que, dicen, evitará que en el futuro se repitan situaciones como la del concejal Matanzo y el teatro Alfil de Madrid, por ejemplo. Se trata de la reforma del Reglamento de Policía de Espectáculos, compromiso que el PSOE había adquirido hace 10 años. "Una comisión formada entre Cultura, Interior y Obras Públicas va a adecuar la legislación a la existente en la CE".

"El gran problema que sigue existiendo es que, al margen de la buena voluntad que ahora demuestra Cultura, seguimos viviendo la resaca del 92 que, unida a la recesión económica, significa que el presupuesto para subvenciones en 1993 será igual de raquítico que el de 1992: unos 500 millones de pesetas".

Pero la Unión de Actores no quiere perder su rayo de luz. "Haciendo una valoración de la política teatral de 10 años de Gobierno socialista, saldría lo siguiente: una primera etapa, de 1983 a 1988, que es la época de expansión, la era Garrido [se refiere al anterior subsecretario de Cultura, José Manuel Garrido Guzmán]. Luego vino una época de recesión, que llega hasta el 92 y continúa en el 93. El análisis a partir de ahora, es que los responsables del INAEM son conscientes de que hay redefinir el papel del teatro público, el privado y el semipúblico".

Pero llegado a este punto, Matute no puede evitar manifestar el temor de que el actual romance que parece vivir la Unión de Actores con J. F. Marco quede hecho añicos tras los próximos resultados electorales: "Ahora nos queda la incógnita de qué ocurrirá después de octubre. Quién va a gobernar, cómo, y de qué manera afectará al teatro".