La muestra 'Letras de España' recibe en Chile 3.000 visitantes diarios
La exposición incluye 9.000 títulos publicados después de 1978
Una biblioteca sin restricciones y con entrada libre se ha transformado, por primera vez, en un paseo para los habitantes de Santiago de Chile. Más de 3.000 personas acuden a diario -cifra triplicada durante el fin de semana- a la selección de casi 9.000 títulos publicados durante la democracia en España, entre 1978 y 1993, que se exhibe bajo el título Letras de España hasta finales de mes en el Centro Cultural Estación Mapacho, el principal de Santiago.
El protagonista de Letras de España, exposición que inauguraron el miércoles pasado en Santiago los ministros de Cultura de España y de Educación de Chile, es la lectura gratuita y sin censura, reivindicada por la exposición más importante de libros que se ha efectuado en Chile en los últimos años. Escritores, intelectuales y estudiantes se pasean por la feria en un reencuentro de las literaturas chilena y española y de los lazos perdidos durante la dictadura de Pinochet.Cuesta conseguir ubicación en las mesas de lectura. El público, en su mayoría jóvenes de todos los sectores sociales, devora los tebeos, hojea libros de arte y hurga en los textos genealógicos, buscando parientes lejanos y orígenes de apellidos. Quienes tienen más tiempo, con paciencia, leen novelas, escrutan enciclopedias y examinan revistas.
No hay restricciones. "Dan unas ganas fantásticas de comprar libros", afirmó el cineasta chileno Miguel Littin, uno de los visitantes. Otros, que han intentado llevárselos, son descubiertos por una máquina detectora, una novedad en Santiago. Con amabilidad, los guardias sólo les piden que devuelvan los libros.
El recinto, diseñado por arquitectos españoles, está adosado a la fachada a la estación de ferrocarril de Mapacho, que en la actualidad es un centro cultural, y es en su totalidad de madera. Son 1.500 metros cuadrados, que además del espacio para lectura y estanterías incluye salas de vídeo, proyección, conferencias, grabados de los premios Cervantes y una taberna. Al inicio de la muestra se exhibe la historia reciente de la democracia española a través de portadas de diarios.
La curiosidad es explicable por el desconocimiento. Los 22 escritores y críticos españoles que visitarán la exposición, cuyo comisario es Andrés Amorós, y los chilenos que participan en los foros habrán tenido oportunidad cuando la muestra concluya de intercambiar libros y pareceres.
Relación alicaída
Para el escritor chileno Antonio Skármeta, que dirige el Show de los libros, un programa de televisión con una audiencia que envidian algunos culebrones, Letras de España "es una experiencia vitamínica en una relación que estaba bastante alicaída". Según él, que vengan obras y autores es "algo extraordinario".Los cerca de 9.000 libros serán donados al Ministerio de Educación de Chile, que los situará en un centro cultural como material de consulta.
El impacto de Letras de España se extendió también al cine, al teatro, al flamenco y coincidió con otras dos iniciativas: la apertura del Centro Cultural de España, con un coste de 118 millones de pesetas, que ofrece al menos tres actividades semanales y una exposición mensual, y con las terceras jornadas iberoamericanas de musicología. Una sala exhibe un ciclo de cine español, en otra se realizará un taller de dramaturgia y en el Teatro Municipal actuó Cristina Hoyos.
Los escritores españoles -Manuel Vázquez Montalbán y Rosa Montero, entre otros, integraron el primer grupo que llegó a Santiago- han viajado también a otras ciudades para participar en debates y mesas redondas.
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