A ver quien paga
Una orquesta en España es siempre un negocio con pérdidas. Y, según el gerente de la Sinfónica de Sevilla, Francisco Senra, esto es el evangelio. Por eso hacen falta socios accionistas a fondo perdido. El presupuesto de la Sinfónica es de 884 millones anuales: 710 los cubren la Junta y el Ayuntamiento, 134 salen de las taquillas, y los otros 40, de contratos a terceros."El dinero es suficiente, el problema no es tanto de cantidad, sino de cuándo llega y quién lo pone", aclara Senra. La agrupación tiene 140 trabajadores, entre músicos (103) y otro tipo de personal. Solamente en sueldos se van 29 millones mensuales, a los que hay que echar encima facturas pendientes, alquileres vencidos, gastos financieros devengados y el aplazamiento recargado de los seguros sociales. En este momento, la deuda de la orquesta supera los 370 millones de pesetas. Sobre el impago de los 250 millones que colocaron a la orquesta a un paso de explotar, hay versiones diferentes. Amparo Rubiales, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento que ahora dirige el andalucista Alejandro Rojas Marcos, lo explica así: "Ningún grupo municipal apoyó en 1991 al Gobierno del PSOE (entonces con mayoría simple) para sacar adelante el presupuesto, razón por la que se aprobó en su lugar, después de las elecciones, el proyecto de la nueva coalición PA-PP. Y ni ese año ni el siguiente incluyeron la partida para hacerse cargo de la deuda completa. Se limitaron a pagar sólo 150 millones y dejaron una roncha de 250".
La delegada de Cultura, Enriqueta Vila, contrapone un relato diferente. Según la concejala andalucista, el borrador del presupuesto del PSOE, que nunca se llegó a aprobar, tampoco contemplaba la deuda de la Sinfónica y emplazaba su pago a la llegada de los fondos de cooperación del Estado. "Como no se han hecho efectivos, no hemos podido librar el dinero, pero voluntad siempre ha existido".
Jorge Senra califica de "muy bonitos" a algunos gestos de apoyo, como el de la soprano Teresa Berganza, quien se ha ofrecido para actuar en una gala y recaudar fondos para el mantenimiento de la orquesta. No obstante, está convencido de que las aportaciones deben estar muy bien delimitadas y, sobre todo, ser operativas y efectivas; quién sea el que las ponga le da igual. A Soledad Becerril, primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla, se le ha ocurrido que en esta sociedad tiene que entrar un tercer socio: el Ministerio de Cultura. Según la concejala popular, "se trata de una orquesta española, de alcance nacional y con sede en Sevilla".
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