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EL DEBATE SOBRE EL PARO

González y Aznar no ofrecieron nuevas medidas esperanzadoras para reducir la cifra de parados

El debate sobre el paro celebrado ayer en el Congreso de los Diputados finalizó sin que el presidente del Gobierno, Felipe González, ni el líder del PP, José María Aznar, ofrecieran medidas esperanzadoras a los tres millones de parados. Fueron los nacionalistas (Convergència y Unió y el PNV) y el CDS quienes reclamaron desde la tribuna la necesidad de un "pacto de solidaridad nacional" para hacer frente al principal drama de la economía española. González reafirmó que la política económica del Gobierno seguirá anclada en los objetivos de convergencia con Europa, "no por exigencias de la unión monetaria, sino porque es lo mejor para España". El jefe del Ejecutivo insistió en que mantendrá el rigor aunque le cueste votos.

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"Las urgencias electorales", dijo González en referencia al PP, "harán a unos o a otros decir algo distinto de lo que piensan". Aznar responsabilizó al Gobierno de "un fracaso sin paliativos" en el terreno económico y reclamó elecciones anticipadas porque "el Ejecutivo es incapaz de generar confianza". González sólo entró al cuerpo a cuerpo para acusar al presidente del PP de "absoluta carencia de política económica alternativa". Los portavoces de los demás grupos parlamentarios coincidieron en considerar insuficientes las medidas propuestas por el Ejecutivo y, en algunos casos, en reclamar un pacto social. El debate se inició pasadas las cuatro de la tarde y duró cinco horas y tres cuartos.El jefe del Gobierno advirtió ayer desde la tribuna del Congreso de los Diputados que contra el aumento del desempleo no puede haber soluciones milagrosas. González hizo esta afirmación después de presentar el contenido de las medidas coyunturales contra el paro, que ayer publicó el Boletín Oficial del Estado.

En su primera intervención, González consumió 45 minutos casi exclusivamente en leer las medidas publicadas en el BOE, lo que provocó el tedio incluso a los bancos del Grupo Socialista. Después optó por contestar de forma global a todos los grupos en su primer turno de réplica y uno por uno en el segundo. Al tomar la palabra desde el escaño en la segunda vuelta para responder a Aznar, a las ocho en punto de la tarde, diputados populares abuchearon y gritaron "telediario, telediario".

El presidente del Gobierno reafirmó la necesidad de permanecer en la disciplina europea. "Ni un paso atrás en la decisión de abrir nuestra economía e incorporarla a Europa", señaló, antes de felicitarse porque "la tentación demagógica y populista", en referencia al discurso del PP, aunque sin citarlo, fue "sólo excepción" en el debate.

Pacto y fracaso

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La disciplina europea, no obstante, deja aún algún margen de maniobra económica, y "en ello está trabajando ya el Gobierno", sostuvo González. También confirmó el anuncio del Ministerio de Hacienda de que se revisará el impuesto de actividades económicas (IAE), cuya supresión había solicitado Aznar, "para corregir efectos no deseados". Finalmente lamentó no poder plantear un pacto social o de rentas, pese a reconocer sus ventajas. "Plantea un problema", aseguró. "No se puede condicionar una política al pacto, porque si éste fracasa, como sucedió en 1987 o 1991, parece que la política desaparece". La segunda intervención de González suscitó cierto calor en el Grupo Socialista, que le despidió con un aplauso, aunque no unánime. El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, batió palmas dos veces antes de dejar caer las manos de nuevo sobre las rodillas.

González confirmó la inmediata elaboración de los anteproyectos de ley para modificar los contratos en prácticas y de formación, y regular la creación de empresas de trabajo temporal. El jefe del Gobierno manifestó su creencia de que en los últimos años, al evolucionar los salarios con independencia de la productividad y de la situación negativa de la economía, "se está sustituyendo salarios por empleo". Agregó que la confusión entre reforma del mercado de trabajo y la "idea errónea del despido libre" bloquea el diálogo social.

Aznar, en su contrarréplica, insistió en que tras las apelaciones a la convergencia y la disciplina europea se oculta "una situación clara de divergencia cada vez mayor con las medias europeas, aunque a los desequilibrios se les llame ahora especificidades". Aznar responsabilizó al Gobierno de impedir la presentación de propuestas alternativas y blandió cuatro documentos con 48 medidas contra el paro y otras iniciativas de política económica y de política agraria que su partido ha presentado en el Congreso de los Diputados desde que comenzó el año.

Más entusiasta que los socialistas se mostró el Grupo Popular, que aplaudió y jaleó con gritos de "muy bien" en 12 ocasiones el discurso de José María Aznar, antes de despedirle con una ovación de casi un minuto.

Aspirinas para el cáncer

El presidente del PP comparó las decisiones de González con el intento de curar el cáncer a base de aspirinas. Aseguró que desde la apelación de 1989 a preparar España para el reto europeo el balance han sido 523.320 parados más y 262.000 empleos netos destruidos.Tras repasar los nueve planes económicos sucesivos y contradictorios que el Gobierno ha presentado desde junio de 1991, según Aznar, aseguró que el Gobierno ha perdido la credibilidad, sobre todo porque desde el decreto de 3 de abril de 1992 sobre "medidas urgentes de fomento del empleo y protección del desempleo" hay en España 415.000 parados más. Para Aznar, la política socialista ha fracasado porque mientras proclama la necesidad de austeridad, gasta cada año el 10% más de lo presupuestado.

Aznar concluyó con una petición de adelanto de elecciones generales, "por encima de intereses partidistas" y como medio de "despejar el horizonte político en una democracia". El líder del PP pidió a González: "No alargue innecesariamente esta legislatura fracasada; convoque elecciones".

Las frases del debate

Felipe González-Usted [José María Aznar] carece de alternativa seria de gobierno"

- "Sólo la ignorancia puede conducir a una solución de este tipo [en referencia a una afirmación de Aznar sobre cambio de ordenanzas laborales]".

-"Si ya lo decían los hermanos Marx: ¿Usted qué dice a esto? De acuerdo. Y dos huevos duros y lo arreglamos"

-"La política económica no va a cambiar, no por exigencias de la unión monetaria, sino porque es lo mejor para España".

-"No se puede condicionar una política al pacto, porque si éste fracasa como sucedió en 1987 o 1991, parece que la política desaparece".

-"Las urgencias electorales harán a unos o a otros decir algo distinto de lo que piensan".

José María Aznar

-"Estamos en una situación agónica, de la que más vale salir cuanto antes"

-"No alargue usted innecesariamente esta legislatura fracasada; convoque elecciones".

-"El Gobierno es responsable de un fracaso sin paliativos en el terreno económico ( ... ). El Ejecutivo es incapaz de generar confianza".

-"Lo preocupante es que en una economía en recesión siga acelerándose el desequilibrio exterior".

-"El espectáculo de los tres millones de parados, si no fuera porque es trágico, sería extravagante".

-"Se ha extendido la idea de que Felipe González es el presidente de un Gobierno debilitado, dividido, que no hace lo que dice que va a hacer, ni puede hacer lo que dice que debe hacerse".

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