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El paro agita el debate económico

Solchaga advierte que no hará una política económica expansiva

P. M. El ministro de Economía, Carlos Solchaga, disipó ayer cualquier duda sobre si las medidas de reactivación que hoy aprobará el Consejo de Ministros tendrán carácter expansivo. "No existe margen de maniobra para una política expansiva", afirmó el ministro, y añadió que "los países que han decidido hacer una política de reactivación sólo han conseguido una efímera recuperación de la demanda que, poco después, ha obligado a un duro plan de estabilización".

Solchaga aseguró que no hay margen y, si lo hubiera, sería peor. Estas declaraciones las hizo en las jornadas de la API), que han concentrado las críticas de los empresarios a la situación económica. Sin ese margen, añadió Solchaga, las medidas de reactivación 11 se enmarcarán en la Iniciativa de Crecimiento Económico" que acordaron los jefes de Estado comunitarios en la cumbre de Edimburgo.

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El ministro reiteró que la crisis no es algo exclusivo de la economía española, aunque subrayó tres características que sí lo son: la inflación, el déficit exterior y el mercado de trabajo, pues "ningún país europeo ha producido un aumento del desempleo tan grande como el que sufre España".

Tras concluir que el déficit y la inflación van camino de solucionarse, Solchaga dijo sobre el paro: "Algo no funciona, algo fracasa, algo de rigidez debe haber en el sistema de pagos a los trabajadores para que el empresario se vea obligado a recurrir al ajuste de plantillas, a pesar de que éste es más caro en España en comparación con otros países".

Solchaga enumeró las posibles causas de ese "fracaso del mercado laboral". Sin ofrecer su opinión sobre ninguna, dijo que puede deberse "al sistema de entrada, a la formación profesional, a la ausencia de aprendizaje en las empresas, a la movilidad funcional y geográfica, a la asignación de tareas en las empresas, a las cláusulas de revisión de los salarios, al propio esquema de esos salarios, a las horas extraordinarias, al sistema de negociación colectiva, o a los sistemas de despido y sus costes". El ministro concluyó que "una reforma global de todo ello es una de las grandes tareas que debe acometer la sociedad española".

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