Cuevas arremete contra el Gobierno y amenaza con una dura respuesta si no cambia la ley de huelga

El presidente de la patronal CEOE, José María Cuevas, arremetió ayer con una durísima crítica al Gobierno y a su política económica, pues considera que está "atada de pies y manos" y "entregada" a los sindicatos. Cuevas afirmó que el proyecto de ley de huelga pactado entre el PSOE y los sindicatos es "una declaración de guerra a los empresarios y al empleo". Cuevas destacó que las "decisiones incoherentes y equivocadas" del Ejecutivo comenzaron tras el 14 D, con la entrega de la economía "al control sindical".

Ante un foro de empresarios que participaban en las jornadas La empresa española ante la crisis, organizadas por la APD, José María Cuevas resumió la situación de la economía española con la siguiente frase: "Es muy mala, pero puede agravarse". ¿Cómo? Según el responsable de la patronal, "si el Gobierno cede una vez más a las voces y presiones inexpertas y demagógicas que alzan los sindicatos y determinados partidos políticos", en clara referencia a Izquierda Unida y al propio PSOE.

Cuevas subrayó la expresión "una vez más" porque, a su juicio, el Gobierno empezó a ceder tras la huelga de diciembre de 1988 y ha culminado sus cesiones con el proyecto de ley de huelga. "Es una declaración de guerra a la confianza empresarial, a las decisiones de los inversores y al empleo", sentenció.

Y, según anunció, la polémica ley de huelga no quedará sin respuesta por parte de los empresarios. "De no sufrir variaciones el actual proyecto", amenazó Cuevas, "daremos cuenta de ello ato dos los organismos, instituciones y medios de comunicación más representativos y solventes a nivel nacional e internacional". El objetivo es que "las reflexiones externas sean capaces de hacer rectificar a quienes se mantienen contumaces en el error".

Salir del SME

El presidente de la patronal también aludió a la estabilidad de la peseta dentro del Sistema Monetario Europeo. A su juicio, mantenerse dentro del SME en las circunstancias actuales "está causando muchos perjuicios a la economía española". Cuevas matizó que "esto no quiere decir que el SME sea malo", sino que "no se han adoptado las medidas coherentes en España que hacían falta desde 1989".

Por todo ello, y a preguntas de los periodistas, defendió la convocatoria urgente de elecciones generales, para que se ponga fin a una legislatura que él considera "desde el punto de vista económico, absolutamente prescindible". Cuevas se alinea así con tres críticas al Gobierno ya habituales desde el Partido Popular: legislatura perdida, rápidas elecciones y reticencias al SME.

De momento, y en tanto no se convoquen las elecciones, Cuevas expresó su deseo de que "el Gobierno no ceda, una vez más, a las tensiones de su partido y de las centrales sindicales" para intentar salir de la crisis.

Uno de los dardos más afilados de este empresario de Palencia estuvo dirigido a Alfonso Guerra y a la petición que éste hizo —en su última etapa como vicepresidente del Gobierno— de una ley de hierro para los beneficios. Cuevas enfiló contra "las voces de políticos que se alzaban para pedir leyes de hierro para los beneficios, en los mismos años en los que se comprimía el beneficio de las empresas" y "se cavaba la fosa de la inversión y el enterramiento de cientos de miles de puestos de trabajo".

Tras estas diatribas contra el PSOE y el Gobierno, el presidente de la patronal concluyó que la recuperación sólo se conseguirá con "ahorro, inversión, disciplina y calidad de nuestro trabajo", pues, añadió, "son las únicas recetas sensatas y eficaces para salir de esta crisis".

José Maria Cuevas, en todo caso, pidió "medidas que fomenten el aumento de nuestra producción" y, como paso previo, que se "frene el actual intervencionismo y protagonismo del sector público".

Ese rechazo se resume en la palabra impuestos, pues "la obligación de recaudar" para hacer frente a "compromisos adquiridos" como "la deuda social" o al pago "a todos esos que podríamos llamar pasivos" ha impedido —según Cuevas— "la reforma fiscal que hubiera podido emprenderse para favorecer la inversión". A cambio, el presidente de la patronal sentenció que la fiscalidad actual "ha puesto en peligro la supervivencia de muchas empresas, sobre todo pequeñas y medianas".