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El Consejo de Seguridad exige vía libre inmediata para los convoyes de ayuda humanitaria en Bosnia

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas exigió ayer a las partes en conflicto en Bosnia que permitan la distribución "inmediata y sin obstáculos" de la ayuda humanitaria. El organismo pide a todas las partes que den al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) las garantías de que cumplirán sus compromisos. El Consejo, que subrayó que otorga la "máxima importancia" a la reanudación de la ayuda, está a punto de aprobar una resolución para crear un tribunal que juzgue las violaciones de los derechos humanos en la antigua Yugoslavia.

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La medida del organismo ejecutivo de las Naciones Unidas, que de ser desoída podría dar lugar a una intervención militar, es consecuencia directa de la decisión de la responsable máxima del ACNUR, Sadako Ogata, de suspender el envío de ayuda a Bosnia oriental y Sarajevo.Ogata anunció ayer en Nairobi, donde se encuentra de visita, que ha decidido suspender el envío de convoyes con ayuda humanitaria a Bosnia oriental y ordenar el regreso a sus bases de los camiones con alimentos y medicinas retenidos por los irregulares serbios. Ogata indicó que ha ordenado también la suspensión del envío de ayuda por aire y tierra a Sarajevo y a las zonas de Bosnia bajo control serbio. La decisión está motivada, según Ogata, por la interferencia política de las partes en lucha (musulmanes, croatas y serbios) con la labor del ACNUR.

Sadako Ogata lamentó la situación y dijo: "He hecho cuanto he podido por convencer a los líderes [en Bosnia] de que deben distinguir entre ayuda humanitaria y conflicto... pero no nos han permitido llevar a cabo nuestra misión". Bosnia central no resultará afectada por la suspensión, añadió. También indicó que los dirigentes serbios y bosnios tendrán que expresar un claro compromiso de permitir el acceso de ACNUR a las comunidades musulmanas hambrientas antes de levantar la suspensión.

Mientras que el presidente bosnio, Alia Izetbegovic, acusó a Ogata de poner en práctica un "chantaje de los ricos contra los pobres" al suspender el envío de la ayuda a la mayor parte de de Bosnia, el jefe de los cascos azules en la zona, el general francés Phillipe Morillon, dijo que sus hombres seguirán intentando llevar ayuda a las ciudades musulmanas sitiadas a pesar de la decisión del ACNUR. Radovan Karadzic, líder de la autoproclamada República Serbia de Bosnia, por su parte, declaró ayer que sus fuerzas seguirán oponiéndose al paso de los convoyes "mientras dure la exhumación de los restos de serbios masacrados por los musulmanes en Glodjansko Brdo (al este de Bosnia)", mostrada ayer a la Prensa.

Dos convoyes con 20 camiones y más de 150 toneladas de ayuda humanitaria en alimentos y medicamentos -uno destinado a Cerska y otro a Gorazde llevan días bloqueados por los comandantes serbios locales.

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