La CE discute la adhesión de Austria, Finlandia y Suecia y les exige la aceptación de Maastricht
Los ministros de Asuntos Exteriores de la Comunidad Europea (CE) y sus homólogos de Austria, Finlandia y Suecia tomaron parte ayer en el acto solemne e histórico de apertura de las conversaciones de la nueva ampliación de la CE que configurará la Europa del año 2000. Las conversaciones de adhesión, a las que se añadirá muy pronto Noruega, significarán el mayor cambio de fisonomía geográfica de la CE, que se ampliará en un 50% más en su territorio, aunque su población sólo se incrementará en un 7%, mediante la llegada de países de renta superior a la media comunitaria.
Los países de la adhesión deberán aceptar el Tratado de Maastricht en bloque, tal como se encargaron de recordarle distintas intervenciones, incluyendo la de la presidencia danesa, que ejerce el nuevo ministro de Exteriores, Niels Petersen.El acto se celebró ante las cámaras de televisión, que por primera vez penetraron en la sala del Consejo del edificio Charlemagne de Bruselas.
Las negociaciones de adhesión de Austria, Finlandia y Suecia tendrán como máximos responsables dentro de la Comisión Europea al nuevo comisario holandés y ex ministro de Exteriores de su país, Hans van den Broek, que ha recibido el encargo de la PESC (Política Exterior y de Seguridad Común) y de la Ampliación. Un alto funcionario comunitario, el danés Steffen Schmidt, será el jefe del grupo de trabajo encargado de llevar las negociaciones. El grupo, encabezado por dos nórdicos, adquirirá la estructura de una auténtica dirección general dentro del trabajo de la Comisión.
La última ampliación de la CE se produjo en 1986, con el ingreso de España y Portugal, y no supuso modificaciones radicales de la propia estructura y funcionamiento de la Comisión y de las instituciones comunitarias. La incorporación de cuatro nuevos países, con tres lenguas distintas, sitúa los problemas de reuniones, lenguas y sistemas de voto en el umbral o incluso más allá de la eficacia. Este será uno de los puntos centrales de la negociación aunque, previsiblemente, no se abordará hasta el último momento.
Tal como se encargaron de recordar varias intervenciones, la principal cuestión ahora es la ratificación del Tratado de Maastricht, sin el cual no hay ampliación posible. Est.os países no ingresan propiamente en la. CE sino en la Unión Europea, entidad que no empezará a. existir hasta tanto no haya sido ratificado el tratado de Maastricht por Dinarnarca y por el Reino Unido.
Acta formal
El acto formal de apertura simultánea de las conferencias de adhesión estaba perfectamente medido. La presidencia danesa, representada por su nuevo ministro de Exteriores, Niels Petersen, en una exquisita demostración de elegancia política y de neutralidad, defendió incluso con severidad el acervo comunitario y la integridad del Tratado de Maastricht, tratado que Dinamarca deberá aprobar en referéndum el próximo mes de mayo gracias a las numerosas derogaciones otorgadas por sus consocios, en moneda, defensa, ciudadanía europea, y política interior y judicial.
Algunas intervenciones, como la del ministro de Exteriores sueco, Ulf Dinkelspiel, sirvieron para anunciar la dureza de las negociaciones: "Suecia será un contribuyente neto al presupuesto, pero la envergadura de esta contribución podría representar un problema", aseguró. Su colega finlandés, Pertti Salolainen, no quiso esconder las dificultades: "En cuestiones institucionales, confiamos que Finlandia recibirá una representación honrosa en las instituciones comunitarias y cuerpos consultores. Entendemos que las lenguas oficiales de Finlandia, el finés y el sueco, serán lenguas oficiales de la Comunidad".
El ministro de Exteriores austríaco, Alois Mock, en cambio, subrayó que "las experiencias dolorosas han enseñado a Austria a mirar con ojo sospechoso toda forma de nacionalismo". Mock afirmó su voluntad de seguir el paso de la construcción de la defensa europea, a pesar del estatuto de neutralidad perpetua que actualmente limita constitucionalmente el margen de maniobra austriaco.
La presidencia semestral danesa de la CE había puesto mucho empeño en la retransmisión televisiva de una parte de los Consejos de Ministros, para garantizar la transparencia de la CE. Esto se hizo finalmente realidad ayer y los doce ministros de Exteriores de los Doce hablaron cada uno por su cuenta, casi todos leyendo, del programa de trabajo de los próximos seis meses.
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