"La literatura de extraterrestres ayuda a vencer el racismo", dice Jack McDevitt

El escritor norteamericano Jack McDevitt (Filadelfia, 1935) fue proclamado el pasado jueves en Barcelona ganador del premio internacional de novela corta de ciencia-ficción que concede la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), que está dotado con un millón de pesetas. McDevitt, con dos novelas ya publicadas en España por Ediciones B, ha sido galardonado por Ships in the night, historia sobre la relación entre un ser humano y una entidad cósmica. "La figura del alienígena es uno de los elementos más interesantes de la ciencia-ficción", señala; "la literatura sobre extraterrestres ayuda al lector a apreciar el interés y la belleza de los otros, y contribuye a vencer el racismo".

"La ciencia-ficción abre la mentalidad del lector", afirma McDevitt. "El tema de los extraterrestres, uno de los más interesantes del género, impulsa a conocer y valorar al otro. Desarrolla la curiosidad por los demás y contribuye a descubrir que cualquier ser con inteligencia no nos es ajeno. En mi opinión, los extraterrestres sólo son interesantes para entendernos a nosotros mismos, a los seres humanos".Cuando se le señala al escritor el papel negativo de los extraterrestres en gran parte de la ciencia-ficción clásica y el hecho de que la figura de extraterrestre más popular en la actualidad es un cliché más bien muy negativo, el Alien cinematográfico, McDevitt señala: "Hablo de la ciencia-ficción moderna; la forma en que se presentaba a los extraterrestres en los años treinta no es la actual. Pero incluso en esos marcianos malignos, como también en el ser de Alien, hay interés, pues nos devuelven una imagen de nuestros peores instintos".

El escritor añade que el alienígena de Alien no es un buen ejemplo de la forma en que la ciencia-ficción moderna aborda el tema de los extraterrestres: "Hay que ir con mucho cuidado al relacionar filmes con ciencia-ficción escrita; aquéllos obedecen a un único propósito, ganar dinero".

Advertir al mundo

Cuando se le pide una opinión sobre cuál es el papel de la ciencia-ficción, el escritor medita y da una larga respuesta. "Recuerdo una ocasión en que, de niño, salía con mi padre de un cine de ver una película sobre Flash Gordon. Era a principios de los años cuarenta. Le pregunté: '¿Papá, existen los cohetes?', y me dijo: 'No'. Miré hacia el cielo y vi la luna. '¿Llegará el hombre algún día allí?', interrogué. Mi padre me aseguró que no y me dio un montón de razones convincentes. Mi padre vivió una época de increíbles cambios. Murió en los años setenta y, si pudiera verlo, no reconocería el mundo en que vivo hoy. La ciencia-ficción permite adelantar acontecimientos y hacer reflexiones sobre ellos; tiene el legítimo papel de advertir al mundo sobre las direcciones que estamos tomando. Es preciso pensar hacia dónde vamos; si no se reflexiona y sólo nos dejamos llevar, llegan el miedo y el caos".Ganar el premio UPC de ciencia-ficción, al que concurrían 83 obras procedentes de todo el mundo, le ha resultado a McDevitt "un shock". Señala que no hay otro en el género tan generoso y alaba que sea precisamente una institución científica y universitaria la convocante. Aún más: él se considera un escritor de ciencia-ficción hard -dura, científica-, pero la novela que le han premiado no lo es en absoluto. Es, dice, un "romance gótico", la historia del encuentro entre dos solitarios, un hombre y una entidad extraterrestre con gran sentido del humor. Entre ambos se produce una especie de alianza que cambia el destino de los dos. "Parecería lógico que la UPC hubiera premiado un relato de corte más tecnológico", indica McDevitt; "el hecho de que escogiera Naves en la noche [el título con que publicará la obra Ediciones B] demuestra que tienen una mentalidad muy abierta".