"Hay que mantener un equilibrio inestable entre proyección pública y vida privada"
El príncipe de Asturias habla a lo largo de la entrevista relajadamente y con tranquilidad, muy seguro de su papel como futuro rey. "Si estás incómodo en tu situación, desde luego ni vas a disfrutar, ni a valorarlo, ni a hacerlo bien", afirma.Pregunta. Vuestra alteza se prepara para ser un rey del siglo XXI. ¿Qué le pide a 1993?
Respuesta. Como heredero de la Corona pido al año que hemos comenzado, de entrada, que nos palie la crónica sequía que padecemos en España. Que sepamos o seamos capaces los españoles de afrontar esta crisis, no sólo nuestra, con inteligencia y sin caer en los baches de lo cotidiano que provocan tensiones improductivas.
Para este año y el futuro pediría que el problema de ETA pase a formar parte del pasado, sintiéndose para siempre España orgullosa del pueblo vasco, como siempre ha sido, en paz. En lo personal, espero que 1993 me ayude a profundizar mi nivel de conocimientos.
P. ¿Cuáles son sus planes?
R. Estoy terminando los estudios universitarios de Derecho y Economía en la Universidad Autónoma de Madrid. Mi intención, cuando acabe ahora la carrera en junio, si es que la acabo, es seguir ampliando mis conocimientos en distintos órdenes, porque pienso que uno no se debe contentar con lo que sabe, sino que hay que mantener la inquietud y la receptividad por el saber, tanto en lo intelectual como en lo humano. A lo largo de mi vida he aprendido muchas cosas, pero quiero destacar que el saber observar y escuchar me han ayudado y espero que me seguirán ayudando enormemente. En cuanto a planes de estudios concretos, en estos momentos están en proceso de definición. Sí puedo adelantar que pienso realizar una etapa de estudios en el extranjero, a partir del próximo curso, previsiblemente será en Estados Unidos, aunque aún no está definido. Una vez concluido, a medio plazo, sin abandonar del todo la vida de estudio, ésta pasará ya a un segundo plano.
P. Vuestra alteza proyecta una imagen de gran responsabilidad. ¿Encuentra duro compaginar esa responsabilidad con su vida personal?
R. No, yo creo que gracias a la educación y a la experiencia que he recibido y a las oportunidades que se me han ofrecido para adquirirla, me he acostumbrado a cambiar de clave. Es decir, a poder en un momento dado estar haciendo algo oficial y después cambiar totalmente de escenario y meterme de lleno en mi vida privada. Llegas a comprender que tienes más servidumbres que en la vida normal, aunque también tienes tus ventajas. Yo creo que, ante todo, lo importante es acostumbrarte, saber lo que estás haciendo, valorarlo y que te guste, porque si estás incómodo en tu situación, desde luego, no vas ni a disfrutar, ni a valorarlo, ni, desde luego, a hacerlo bien. Considero que la falta a veces de privacidad no es un problema exclusivamente mío, sino de casi todo el mundo que tenga un tipo de trabajo que conlleve actividad oficial y pública.
P. ¿Se considera demasiado vigilado por los medios de comunicación?
R. Hay momentos en que sí, pero, en general, lo sobrellevo bastante bien. Es cuestión de mantener ese necesario equilibrio inestable entre la proyección pública y la vida privada. Ésa es la clave, aunque también depende de la demanda informativa y de la responsabilidad de los medios de comunicación.
P. ¿Cómo veis la figura de vuestro abuelo, don Juan?
R. Desde mis primeros recuerdos, siempre le he tenido un enorme respeto, no sólo por lo que su figura tiene de nobleza, de saber tratar a la gente, de estar cercano y a la vez mantener las distancias. Pero, a medida que le he conocido más, que he ido viendo cómo la gente le ha valorado y ha tratado, he ido aprediendo un poco las razones de esa personalidad. Me parece un hombre extraordinario. Su sacrificio, el constante servício que ha dedicado por encima de cualquier otra cosa es digno de todo mérito.
P. ¿Qué es para vuestra alteza la amistad?
R. La amistad para mí siempre ha sido uno de los valores sobre el que se apoya el desarrollo de nuestra personalidad desde muy pronto en la vida. A través de aquélla encontramos un foco de proyección de inquietudes, de emociones, de experiencias, fuera del entorno familiar. No por ello excluimos a la familia del poder ser amigos también. Lo normal y deseable es que sea un complemento muy positivo en nuestra educación-formación como persona. Pero también si se entiende mal o se canaliza a través de la amistad lo negativo, entonces ya no es lo mismo y puede ser foco de problemas... A través de la amistad se reciben y ofrecen cosas como la confianza, la sinceridad, la ayuda desinteresada, el consejo, la lealtad, la fidelidad...
P. ¿Qué imagen le gustaría que tuvieran de vuestra alteza?
R. Todavía es algo pronto para que tenganuna imagen formada de mí. Pero yo, desde luego, estoy intentando hacerlo bien y dedico a ello todos mis esfuerzos, para poner mi experiencia al servicio de los demás. Ése es mi mayor deseo; me asusta, no obstante, el reflejar una imagen de príncipe perfecto, eso me lo pone muy difícil, prefiero ir gradualmente.
[TVE emitió ayer otra entrevista con el Príncipe, quien se expresó en términos similares. Felipe de Borbón compareció ante las cámaras con chaqueta y corbata, en su despacho oficial. Pese a su característica timidez y a la seriedad del marco elegido, dejó escapar alguna sonrisa al advertir, por ejemplo, que no puede darse por sentado que acabará la carrera este curso. En ninguna de las dos entrevistas se le preguntó por su futuro matrimonio, aunque dio a entender que no está próximo al anunciar que completará estudios en EE UU
Babelia
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