Francia asegura que la acción no implica reanudar la guerra

Un portavoz del primer ministro francés, Pierre Bérégovoy, confirmó la participación de la aviación francesa en el ataque lanzado ayer contra Irak y precisó que no se trata de reanudar la guerra contra Bagdad. Por su parte, un portavoz de presidente François Mitterrand rehusó hacer cualquier comentario sobre la incursión aerea aliada en el sur de Irak, porque "el asunto es llevado técnicamente por el Ministerio de Defensa".El portavoz del hotel Matignon, residencia del primer ministro, señaló que con la acción de ayer "no se trata de reanudar la guerra contra Irak, sino de poner fin a las provocaciones insoportables de Sadam Husein".

Los seis cazas franceses Mirage 2000, que recibieron reavituallamiento en vuelo por un avión cisterna C-135, participaron ayer en operaciones de "cobertura" del ataque aéreo aliado sobre el sur de Irak, informó ayer en París el Ministerio de Defensa francés. Todos los aparatos volvieron sin novedad a su base de Dahran, en Arabia Saudí.

La misión de los aparatos franceses fue prestar apoyo a los bombarderos estadounidenses y británicos que participaron en la operación. El comunicado hecho público ayer en la capital francesa asegura que los Mirage 2000 no entraron en combate y no se vieron obligados a emplear sus misiles aire-aire.

"Los únicos objetivos del ataque aliado eran de carácter militar. La operación pretendía destruir seis bases de misiles tierra-aire, incluyendo los centros de radares y comunicaciones", señaló el ministro de Defensa francés, Pierre Joxe.

Por otra parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Roland Dumas, sostuvo una entrevista con su homólogo iraní, Alí Akbar Velayati, antes de que fuera anunciado el inicio del ataque y ambos se mostraron de acuerdo en que Irak estaba obligado a cumplir todas las resoluciones del Consejo de Seguridad.