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Occidente prepara una acción militar en Bosnia si fracasan las conversaciones de Ginebra

El Gobierno de Estados Unidos, que hasta ahora ha sido reacio a la idea de una intervención militar en Bosnia, admite que podría cambiar de posición en función de la gravedad que llegue a adquirir la situación en aquel país, aunque estima que es Europa quien debe llevar la iniciativa. El ministro francés de Defensa, Pierre Joxe, mostró ayer la disposición de París a participar en "nuevas misiones de la ONU", pero hizo hincapié en que toda acción militar en los Balcanes debe tener "un carácter internacional". El portaaviones británico Ark Royal zarpará en las próximas horas hacia el Adriático al frente de una flotilla de combate. Los países occidentales desempolvan sus preparativos de intervención si fracasan las conversaciones de Ginebra.

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"Nuestros puntos de vista sobre la situación en esa región podrían cambiar si la situación cambia". Aunque quien decía esto, hace tan sólo una semana era George Bush, que dejará d ser presidente dentro de siete días, el criterio de su sucesor, Bill Clinton, no es muy diferente a este respecto.Asesores de Clinton han expresado estos días que la Administración demócrata quiere fortalecer las sanciones contra Serbia -y específicamente hace más enérgico el embargo de armas y el control del espacio aéreo- antes de apostar por la intervención militar. Pero a Clinton le será muy difícil quedarse al margen de una operación internacional de carácter humanitario en Bosnia. El vicepresidente electo, Al Gore, se entrevistó la pasada semana en Nueva York con el presidente bosnio Alia Izetbegovic, que no consiguió llevarse de su visita a EE UU más que las lamentaciones de este país por el drama que se vive en Sarajevo, informa Antonio Caño desde Washington.

El Gobierno norteamerican ha tenido siempre una posición muy firme contra los dirigente serbios, a los que ha condenado por su política de limpieza étnica, pero ha observado demasiadas dificultades militares en Bosnia como para considerar viable una intervención.

Ante esas dificultades, Washington es partidario más bien de reducir su participación a lo que los expertos llaman cobertura aérea y apoyo de infraestructura Es decir, EE UU parece dispuesto a poner sus barcos, sus aviones, sus hospitales, incluso sus bombas, pero no sus fuerzas terrestres para combatir en las calles de Sarajevo. La opinión norteamericana es que los soldados los debe poner la Comunidad Europea.

Aliados europeos

El diario The New York Times pedía ayer en un editorial que el Gobierno norteamericano tiene que presionar a sus aliados europeos para que sean ellos quienes tomen la iniciativa, no sólo política sino también militar, en Bosnia.

Francia, por su parte, está dispuesta a participar en "nuevas misiones de la ONU" en la ex Yugoslavia, y en particular en la "liberación de los campos de concentración", afirmó ayer su ministro de Defensa, Pierre Joxe. Al contrario que su colega de Gabinete, Roland Dumas, que el pasado domingo propuso una acción unilateral francesa contra esos campos, Joxe afirmó: "Es preciso que toda acción militar en los Balcanes tenga un carácter internacional", informa Javier Valenzuela desde París.

Fuentes del ministerio de Defensa confirmaron ayer que los 2.000 cascos azules franceses presentes en la ex Yugoslavia -protegidos por blindados ligeros Sagaie- no tienen capacidad para la operación deseada por Dumas. "Para superar la resistencia serbia sería menester enviar verdaderas unidades de combate apoyadas por carros AMX, baterías de artillería y cobertura aérea", afirmaron esas fuentes.

Por lo que repecta a Londres el Reino Unido está a punto de dar el primer paso hacia una intervención militar en Bosnia. El portaaviones Ark Royal zarpará, en las próximas horas hacia el mar Adriático, al frente de una flotilla de combate. La misión del Ark Royal sería doble: por un lado, podría utilizar su dotación de helicópteros para evacuar a los soldados británicos que se encuentran en Bosnia en misión humanitaria, y ponerlos a salvo de posibles represalias serbias en caso de intervención internacional; por otro lado, podría utilizar sus aviones de combate para imponer el cierre del espacio aéreo bosnio, en caso de que Naciones Unidas tomara esa decisión, o incluso para atacar directamente posiciones serbias en Bosnia si se llegara a una intervención armada abierta, informa Enric González desde Londres.

El Ark Royal dispone de ocho aviones de combate Sea Harrier, de despegue vertical. La flotilla que lo acompaña se compone de un destructor, una fragata y tres buques de apoyo. Las unidades británicas tardarán una semana en alcanzar el mar Adriático, y se espera que el primer ministro, John Major, dé la orden de zarpar inmediatamente. Major afirmó ayer en el Parlamento que "la comunidad internacional aplicará mayor presión sobre Serbia si no se alcanza un acuerdo en la mesa de negociación".

Solana alude a una intervención militar

El ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana, alud¡ó ayer a una posible intervención militar contra Serbia en caso de fracaso de la conferencia de Ginebra. "Sí se confirma que el rayo de luz es sólo una maniobra (del serbio de Bosnia Radovan Karadzic) para ganar tiempo, la comunidad internacional deberá continuar ejerciendo presión por todos los medios para encontrar una solución al conflicto", declaró.Solana y sus homólogos de la CE se reunirán hoy por la noche en París para estudiar los siguientes pasos a dar con relación a la antigua Yugoslavia. También están en París los jefes de la diplomacia de Rusia y EE UU.

El Consejo de Seguridad de la ONU tiene apalabrada una resolución que autoriza el uso de la fuerza contra aviones y helicópteros serbios que violen el espacio aéreo de Bosnia, pero varios Estados occidentales consideran que ha quedado superada y que, si Rusia se deja convencer, convendría liberar a los presos políticos bosnios y despejar las rutas para hacer llegar la ayuda humanitaria.

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