El ministro de Agricultura y su segundo estaban paseando por Doñana el día de la invasión

El ministro de Agricultura, Pedro Solbes, se encontraba paseando a caballo por la aldea de El Rocío durante la irrupción violenta el pasado 3 de enero de personas, vehículos Y ganado en Doñana, pero "consideró oportuno mantenerse al margen para evitar crispar aún más la situación", según fuentes de la dirección del parque. Un portavoz del ministro, del que dependen los parques nacionales y que ayer se encontraba de viaje, reconoció que Solbes pasó varios días de sus vacaciones, del 1 al 6 de enero, en Doñana, pero afirmó no saber si estaba allí el día 3.

El ministro, a quien acompañaban algunos miembros de su familia y su segundo, el secretario general de Estructuras Agrarias, Luis Atienza, siguió con atención los incidentes a través de la emisora del parque y se puso a disposición del director conservador, Jesús Casas, por si éste consideraba oportuno su intervención en el conflicto.Fuentes de Doñana reconocieron ayer: "Pedro Solbes siguió en vivo y en directo toda la, movida", y añadieron: "El ministro no tenía por qué intervenir puesto que su visita era de carácter exclusivamente familiar". El ministro y sus acompañantes pernoctaron en Casa, Bernabé, propiedad del Icona, situada en La Rocina, en la zona de preparque.

Horas después de producirse los incidentes y una vez que la guardería del Doñana realizó una valoración preliminar de los daños ecológicos, los responsables del parque recibieron la orden de Madrid de "quitarse de enmedio" para dejar que la situación se calmara.Grupo aislado

Jesús Casas, que en los últimos días ha recibido varias amenazas telefónicas de muerte, consiguió ayer el apoyo de los alcaldes de Aznalcázar (Sevilla) e Hinojos, José Jurado y Antonio Gil. Este, que une a su condición de alcalde la de guarda, del Coto, definió ayer a los invasores de Doñana como "un grupo violento y aislado que, lejos de defender los intereses de Almonte y de los pueblos vecinos, persigue enrarerecer el ambiente en beneficio de oscuros intereses". Gil también dijo que el ganado de Almonte deberá abandonar la finca propiedad del ayuntamiento de Hinojos dentro de Doñana.

La Sociedad Española de Ornitología (SEO) se solidarizó ayer con los trabajadores del parque y reiteró su apoyo a todas las iniciativas que aseguren la integridad y la conservación del mismo. En un comunicado enviado a las autoridades, la SEO recuerda que cada una de las cabezas de ganado que se introdujeron ilegalmente en el parque nacional cuenta con una subvención de la CE y que Política Agraria Común facilita ayudas a los ganaderos si benefician la conservación de la naturaleza.

De otro lado, los organizadores de la invasión, la Asociación de Criadores de Ganado Marismeño de Almonte, calificaron ayer de "intolerante, cerril y provocadora" la actitud de Jesús Casas, a quien acusaron de romper el diálogo y de incumplir diversos acuerdos. Los ganaderos añaden: "Esta asociación desea fervientemente que el parque nacional siga siendo ejemplo de naturaleza y de relación armoniosa entre hombre y medio...".