Los tiempos difíciles

Las Constelaciones fueron gestadas en una de las etapas más difíciles de la vida de Miró, cuándo tuvo que dejar París con su esposa e hija al inicio de la II Guerra Mundial. Miró se instaló con su familia en Le Clos des Sansonnets, cerca de Varengeville, en Normandía. El plácido paisaje proporcionó al artista un breve remanso en el que pudo ponerse a trabajar en paz, mientras la devastadora guerra les pisaba los talones. Los primeros hallazgos en los que se centraría Miró surgieron casi por azar: unas manchas casuales del pincel sobre un papel le dieron la idea de un cosmos poblado de figuras es telares. A partir de ese primer intento, el artista se dedicó completa y minuciosamente a terminar la serie de gouaches y dibujos que titularía Conste laciones.

Pero la guerra no tardó en hacer sentir su amenaza y Miró tuvo que abandonar precipitadamente la región de Varengeville, que era bombardeada por los alemanes. "Tú lleva a la niña, que yo me ocupo de las Constelaciones", fue la orden que dio Miró a su mujer cuando tuvieron que subir al primer tren que los llevó a París, para continuar después hasta Barcelona. Apretados entre la multitud y cargados con lo mínimo, Miró protegió y salvó su mayor tesoro en ese momento.

Singular conjunto

Algunos de los pequeños cuadros de la serie Constelaciones tienen nombres tan sugerentes y poéticos como Mujer en la orilla de un lago cuya superficie se ha puesto iridiscente por el paso de un cisne o Crepúsculo rosa acariciando los genitales de mujeres y pájaros. Un conjunto de 60 pinturas y 50 dibujos que sintetizan el singular conjunto de símbolos de Miró se reúnen en la muestra que presentará el MNCARS.

La Fundación Joan Miró de Barcelona guarda sus homenajes en el centenario del artista catalán para más adelante, e inicia el año con una exposición dedicada a la obra del cubano Wifredo Lam (1902-1982). La antológica de este artista, que vivió y participo del movimiento surrealista en París y que luego ejerció una gran influencia en el nacimiento del expresionismo abstracto norteamericano, consta de cerca de setenta obras. Lam logró sintetizar en su producción la atmósfera de la selva tropical caribeña, preñada de animismo, con un lenguaje propio extraído de los impulsos de la vanguardia.