La esperanza de paz se desvanece con la victoria de Milosevic en las elecciones presidenciales en Serbia
ENVIADO ESPECIALEl presidente Slobodan Milosevic es el ganador de las elecciones presidenciales en Serbia. Con un 54% de los votos, según los primeros datos oficiales, venció rotundamente al candidato Milan Panic, primer ministro de la federación yugoslava, en quien la comunidad internacional había depositado todas las esperanzas de un cambio democrático y pacífico en Serbia y de un fin de la guerra en Bosnia-Herzegovina. Los resultados de las elecciones no han puesto fin al régimen de Milosevic, considerado como el principal responsable de la guerra y de la amenaza expansionista.
Además, los comicios pueden incrementar la inflexibilidad serbia, debido al espectacular aumento del voto al Partido Radical, de carácter radical y expansionista, que podría convertirse en el segundo partido del Parlamento serbio.Panic anunció ayer que solicitará la anulación de las elecciones por las innumerables irregularidades de que tuvo constancia la oposición durante los comicios y en el recuento de votos.
En Montenegro, la otra república que pertenece a la federación yugoslava, el presidente Momir Bulatovic, un firme aliado de Milosevic, también se impuso a todos los partidos de la oposición. Algunos de estos luchaban por una mayor independencia de Montenegro y por el fin del seguimiento incondicional de la política de Serbia. Con una participación del 70%, más alta que la de Serbia, Bulatovic parecía anoche virtualmente reelegido.
Cuando comenzaron a publicarse ayer los primeros resultados se desvanecieron las esperanzas de Panic y los partidos de oposición integrados en la coalición Depos de derribar en las urnas al régimen de Milosevic. Desde diferentes circunscripciones en todo el país llegaban resultados favorables a Milosevic en la carrera presidencial así como al Partido Socialista (ex comunista) y al Partido Radical Serbio de Vojislav Seselj.
Mientras Panic sólo ganaba, siempre según resultados provisionales, en el centro de Belgrado y en distritos de mayoría absoluta húngara en la Vojvodina, Milosevic lograba por ejemplo resultádos del 90% en Kosovo, donde los albaneses boicotearon las elecciones, o del 75% en Mak Zvornik, en la frontera con Bosnia.
Las irregularidades de que acusa Panic a las autoridades para exigir la anulación de las elecciones van desde la no inclusión de 100.000 jóvenes en el censo, hasta la desaparición del mismo de los nombres de muchos votantes que se abstuvieron en las pasadas elecciones, siguiendo el llamamiento al boicoteo de la oposición.
Urnas falsas
Según anunció ayer el portavoz de Panic, Teodor Ovic, estas irregularidades han podido modificar el resultado en hasta un diez por ciento. También se descubrieron en diversos puntos urnas falsas, mientras la oposición y el equipo de Panic denunciaban "intimidaciones" por parte del Partido Socialista.
El portavoz de los observadores de la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa, Jack Zetkulic, ya había advertido que las irregularidades podrían modificar el resultado en un porcentaje entre cinco y diez puntos. Todo esto al margen de la virulenta campaña de difamación de la televisión estatal en contra de Panic y la propaganda en favor de Milosevic y Seselj.
En localidades como Smeredevo, al este de Belgrado, el partido ultranacionalista se hacía con el 44% de los votos superando incluso a los socialistas. En Uzice, los dos aliados lograban el 78% de los votos.
Juntos, estos dos partidos tendrán una considerable mayoría en el Parlamento serbio, lo que hace más previsible un aumento de la agresividad del mismo en contra de las medidas de la comunidad internacional, y hace temer una lucha por la imposición de una Gran Serbia creada por la fuerza en los Balcanes. El resultado que se perfila es sin duda el ideal para los caudillos serbios en Bosnia-Herzegovina y Croacia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.