Chernomirdin promete continuar la reforma iniciada por Gaidar en Rusia

El primer ministro de la Federación Rusa, Víktor Chernomirdin, declaró ayer que su objetivo prioritario es parar la caída de la producción industrial y prometió continuidad en el curso de la reforma emprendida por su predecesor, Yegor Gaidar. En su primera conferencia de prensa, Chernomirdin, que fue instructor de la sección de industria pesada del Comité Central del Partido Comunista de la URSS desde 1978 a 1982, subrayó su intención de sostener y desarrollar la industria rusa.

De este modo, el nuevo primer ministro emitió una señal de comprensión hacia los sectores empresariales representados por el bloque centrista Unión Cívica, sumamente alarmados por el descenso en picado de la producción industrial (más de un 25% en lo que va de año).En un lenguaje vago, plagado de expresiones habituales en la terminología política soviética, Chernomirdin, ex ministro de la Industria del Gas de la antigua URSS, se declaró "partidario convencido" de la regulación de los precios en el sector energético, pero admitió la posibilidad de liberalizarlos de acuerdo con los intereses de las distintas ramas de la economía rusa.

Chernomirdin aseguró que mantendrá el presupuesto estatal, a cuya confección él ha contribuido como viceprimer ministro en el equipo de Gaidar, y las subastas de empresas estatales a base de los cheques que se pusieron a la venta en octubre pasado, y que permiten a cada ciudadano optar a la compra de acciones en las empresas privatizadas por un valor nominal de 10.000 rublos, poco más de 3.000 pesetas. "Habrá precisiones, añadidos y cambios, pero la línea básica se mantendrá", señaló.

Chernorrúrdin prevé cambios en el equipo ministerial, pero no dio ninguna. indicación concreta sobre las carteras que van a que dar vacantes. El viceprimer ministro Alexandr Shojin y el ministro de Economía, Andréi Necháiev, criticado por el presidente Borís Yeltsin, seguían ayer ejerciendo sus funciones.

Pese a las declaraciones de continuidad efectuadas por el nuevo jefe del Gobierno, analistas de diversa tendencia coinciden en valorar la sustitución de Gaidar por Chernomirdin como el síntoma de un cambio conservador que puede poner en peli gro la reforma económica.

"La victoria de las fuerzas conservadoras en las estructuras de poder de Rusia pone en cuestión todo el programa de privatización, incluido el valor real de los cheques de privatización" dijo ayer el viceprimer ministro Anatoli Chubais, que dirige el Comité de la Propiedad Estatal de Rusia. Chubais hizo esta declaración el lunes, cuando no se sabía quién era el candidato elegido para primer ministro.

Igual que Gorbachov

Salvando las distancias, Yeltsin parece estar hoy en una situación parecida a la que se encontraba el presidente de la URSS, Mijail Gorbachov, en el otoño de 1990, cuando éste, notando la fragilidad de los sectores radicales, se distanció de los planes de reforma dirigidos entonces por el economista Grigori Yavlinski.El prestigio y la autoridad de Yeltsin han salido muy mermados del último Congreso de los Diputados de Rusia, que se negó a aceptar a Gaidar y a secundar el abortado llamamiento del presidente para que se celebrara un referéndum sobre el futuro de las instituciones políticas. Las decisiones que tuvo que tomar el presidente le han distanciado de los sectores progresistas. Rusia Democrática, el movimiento que apoyó a Yeltsin en su campana para ser diputado de Rusia y más tarde, en su campaña por la presidencia, debatirá este fin de semana si pasa a la oposición.

Del entorno de Yeltsin ha desaparecido Guennadi Búrbulis, el consejero jefe, que, según fuentes informadas, se dedicará a hacer política por su cuenta en el próximo futuro, tras recuperarse del abrupto despido.

El comportamiento de Yeltsin en adelante, es dificil de prever, ya que Búrbulis aseguraba la comunicación entre el presidente y los reformistas.