Hamás, rival temible de la OLP

Los integristas musulmanes del movimiento Hamás, el más formidable rival de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) de Yasir Arafat, han pasado decididamente a la vanguardia de la campaña contra la ocupación israelí en Gaza y Cisijordania. El secuestro del sargento Nisim Toledano hace dos días constituye la más atrevida operación guerrillera desde el estallido de la Intifada, hace cinco años.A través de su ala militar, que lleva el nombre del jeque Ezz Edín al Qassam, un héroe nacionalista árabe de comienzos de siglo, Hamás ha lanzado un desafío sin precedentes a la política israelí de no ceder un milímetro ante presiones extremistas. Hamás, que exige la liberación de su fundador y líder máximo, el jeque Ahmed Yasín, condenado a cadena perpetua por organizar el asesinato de docenas de colaboracionistas árabes, introduce así una práctica que parecía exclusiva de los fundamentalistas musulmanes de Líbano.

Mientras el Ejército y la policía israelíes emprendían el domingo una amplia operación para dar con Toledano y sus carceleros, la OLP guardaba un silencio que ilustra perfectamente el dilema de Arafat. El secuestro ha encendido la imaginación de millares de palestinos leales a Hamás y contrarios a las negociaciones de paz iniciadas en Madrid hace más de un año.

Difícilmente podría la OLP expresar la más mínima simpatía por las tácticas de Hamás, ya que ello proporcionaría munición a los sectores duros en Israel, para quienes la "renuncia al terrorismo", públicamente formulada por la OLP en 1988 es sólo un ardid. Pero condenar el secuestro puede provocar una agudización del conflicto de la OLP con Hamás.

Hamás, cuyo nombre es el acrónimo árabe de Movimiento de la Resistencia Islámica y que literalmente significa coraje o entusiasmo, tiene un largo historial de rivalidad con la OLP y cuenta con importantes ayudas económicas del régimen iraní.