Restricción presupuestaria
La Comunidad entrará en 1993 con unas perspectivas financieras muy restrictivas. Los dos primeros años deberán tener presupuestos prácticamente congelados y sin márgenes de reservas. Dos capítulos van a sufrir muy duramente los efectos del recorte, las políticas internas (formación, juventud, cultura, información, investigación y desarrollo tecnológico y la acción exterior (cooperación al desarrollo y futura política exterior y de seguridad común). Los gastos administrativos reciben un trato todavía peor, pues disminuyen de 1992 a 1993, y en 1999 se prevén aún por debajo de los del año pasado.
Tampoco crece a buen ritmo la parte de los fondos estructurales dedicada al paro endémico y juvenil y a regiones agrarias deprimidas e industriales en crisis. Lo único que crece a un ritmo aceptable son el fondo de cohesión y los fondos estructurales del Objetivo 1 (regiones de baja renta).