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EL FUTURO DE EUROPA

Liechtenstein aprueba en referéndum el ingreso en el Espacio Económico Europeo

Los 13.900 electores del pequeño principado de Liechtenstein se pronunciaron ayer en referéndum a favor de la integración en el Espacio Económico Europeo (EEE) por el 55,8% de votos favorables, frente al 44,2% en contra, según los resultados oficiales definitivos. La participación fue del 87% del electorado.

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Este voto favorable se produce apenas una semana después de que el hermano mayor del principado, Suiza, decidiera, por el contrario, rechazar. el EEE.El voto popular no conlleva, sin embargo, la ratificación automática del tratado, ya que el Gobierno de Liechtenstein debe ahora emprender difíciles negociaciones con su vecino para revisar el acuerdo bilateral firmado en 1924 por Berna y Vaduz. Este texto permitió la desaparición de las fronteras entre ambos países, así como la integración de Liechtenstein en el sistema aduanero, monetario y postal helvético. La necesidad de revisar las relaciones tradicionales con el protector suizo en caso de integrarse en el EEE fue uno de los principales argumentos esgrimidos por los partidarios del no.

Otros argumentos fueron el peligro para el principado de perder su estatuto privilegiado de paraíso fiscal, que le asegura uno de los niveles de renta per capita más elevados del continente, así como la perspectiva de ver abiertas en el futuro las puertas de una inmigración masiva, perjudicial para un país que cuenta apenas con 160 kilómetros cuadrados. El príncipe Hans Adam II y los principales líderes políticos hicieron activamente campaña para disipar estos temores y convencer a sus compatriotas de pronunciarse por el sí. El jefe de Estado apareció en las pantallas de televisión el martes, después del referéndum de Suiza, para intentar convencer a los electores que sólo el acceso a los mercados de los otros 17 países del ÉEE podía asegurar el futuro económico de Liechtenstein. "Podemos trabajar estrechamente vinculados a la Comunidad Europea y a los demás Estados europeos sin arriesgarnos a perder nuestra identidad", afirmó antes de añadir: "Debemos tener la valentía de decir sí a nuevas soluciones". Hans Adam II recalcó que se trataba de la mejor solución para su país, ajena, a la vez, al aislamiento y a la integración directa en la Comunidad. Otro elemento que jugó a favor del voto favorable fue el desconcierto que provocó al parecer en Suiza la victoria del no en el referéndum de la semana pasada, lo que reforzó el sentimiento de los habitantes del principado que su pequeño país podía permitirse todavía menos que sus vecinos helvéticos dar la espalda a la Europa en construcción.

Es la segunda vez en poco tiempo que Liechtenstein decide distanciarse de su vecino helvético y elegir la vía de la integración internacional: en 1990, Hans Adam II hizo entrar a su país en la ONU, cuatro años después de que los suizos rechazaran en las urnas semejante medida.

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