El recorte de gastos propuesto por Londres 'mata' el espíritu de Maastricht, según Delors y Solana
El annus horribilis de la reina Isabel afecta también a la Comunidad Europea. La presidencia semestral de la CE, de la que se encargaban ayer sus ministros de Exteriores y de Economía, Douglas Hurd y Norman Lamont, respectivamente, apenas consiguió avanzar en la negociación de las perspectivas financieras de la CE o paquete Delors II. Desde Bruselas hasta Edimburgo, donde se celebrará el Consejo Europeo los días 11 y 12 de diciembre, ya no queda apenas tiempo para cambiar el rumbo negativo que ha tomado el navío europeo. El Consejo de Ministros de Exteriores y de Economía sólo demostró ayer la magnitud de las divisiones. El ministro español de Economía, Carlos Solchaga, tachó de "desesperanzadores" los resultados de la reunión. El presidente de la Comisión, Jacques Delors, y el ministro español de Exteriores, Javier Solana, más rotundos, consideran que el recorte propuesto por los británicos mata el espíritu de Maastricht.
El Reino Unido desea hacer unos presupuestos para los próximos siete años que apenas tienen en cuenta un Tratado, el de Maastricht, que su Parlamento todavía no ha ratificado.La reunión jumbo empezó con una declaración de guerra. El presidente de la Comisión, Jacques Delors, fue contundente: "La propuesta británica sobre perspectivas financieras no corresponde al espíritu y a las necesidades del Tratado de Maastricht". Según una fuente española, "con el desacuerdo español y la descalificación de la Comisión, ya no queda nada de la propuesta británica de perspectivas financieras".
Delors se reafirmó en todos los objetivos consecuentes con el Tratado: doblar los fondos estructurales, si no en 1997 sí en el nuevo calendario que culmina en 1999; crear un Fondo de Cohesión bien dotado; financiar la nueva Política Agrícola Común; impulsar la competitividad de las empresas y sufragar las nuevas políticas de la CE, entre las que destaca la nueva Política Exterior y de Seguridad Común.
Los números que presentan los británicos suponen congelar el nivel de gasto para los próximos tres años (1.2 por ciento del PIB) y elevarlo sólo en unas centésimas (1.22 por ciento en 1996, primer año en el que crecería, hasta el 1.25 por ciento en 1999, cuando la previsión esbozada con Maastricht implicaba llegar al 1.34 ya en 1995). Según Delors, con estas cifras es imposible pagar la factura. "Ni siquiera retóricamente ésta es una propuesta de compromiso", comentó el ministro español Carlos Solchaga. "Es legítimo dudar que pueda ser una base de discusión", añadió.
El ministro de Economía británico, Norman Lamont, consideró "extravagante" la propuesta del presidente de la Comisión y aseguró que la defensa de los contribuyentes exigía un presupuesto modesto. Javier Solana, dijo que su Gobierno "es consciente del cambio de coyuntura económica, que afectará a todos los presupuestos". "Pero no podemos aceptar", añadió, "que por la vía financiera se imposibilite la aplicación del Tratado". "Alguien que quisiera demostrar que el espíritu de Maastricht está vivo no hubiera hecho la propuesta británica", puntualizó Solchaga.
Los cuatro países de la cohesión (España, Portugal, Grecia e Irlanda) encabezaron la oposición a la rebaja presupuestaria británica. Francia, Países Bajos y Alemania estuvieron de acuerdo en limitar tanto como sea posible los presupuestos comunitarios, en razón de la recesión económica. Bélgica, Luxemburgo e Italia fueron receptivos a los argumentos de los países de la cohesión.
Sólo en una cuestión los ministros consiguieron un pequeño avance. La solución a la difícil posición danesa, que ha rechazado el Tratado de Maastricht, pasa por no renegociar el Tratado ni abrir la puerta a una Europa a la carta. El ministro de Exteriores danés, Uffe Elleman Jensen se mostró dispuesto a buscar esta fórmula, que requiere "mucha habilidad legal y mucha voluntad política". El próximo cónclave de ministros de Exteriores, del 8 de diciembre, dedicado a Dinamarca, intentará resolver la cuestión espinosa. Elleman Jensen reconoció: "Estamos caminando en el filo de la navaja
El primer ministro del Reino Unido, John Major, se reunió ayer en Roma con el jefe del Gobierno italiano, Giuliano Amato. Ambos coincidieron en que la CE se esfuerza para que los daneses celebren otro referéndum. "Estamos haciendo juntos un gran esfuerzo para lograr que Dinamarca pueda llevar a cabo un segundo referéndum sin que ello suponga la modificación del tratado de Maastricht", declaró Amato después de la reunión. A continuación Major viajó hacia Atenas, donde llegó anoche, como parte de su gira europea para preparar la próxima cumbre de Edimburgo.
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