Un intentona dirigida desde la cárcel

Durante casi cuatro horas, el teniente coronel Hugo Chávez acaparó las pantallas de las tres televisiones más importantes de Venezuela, invitando a la población a sublevarse.En una grabación de 15 minutos, hecha en la cárcel de Yare, a 40 kilómetros al sur de Caracas, aparece el teniente coronel uniformado -con la gorra roja y la bandera tricolor nacional al fondo, hablando ante la cámara en forma improvisada pero serena.

El líder de los golpistas dirigió su segunda asonada sin salir de su celda. No en vano, el 4 de febrero pasado, cuando organizó la primera, puso un contrapunto a su rendición: "Por ahora".

Portavoces del Movimiento Cívico Militar, que estaba planificando el nuevo golpe, declararon a EL PAÍS que, en el plan, Chávez iba a dirigir la acción desde la cárcel.

Casi nueve meses después de la primera intentona, Chávez logró lo que no pudo aquel no tan lejano 4-F: controlar las televisiones y no permitir que el presidente se le adelantara a la hora de dirigirse al país.

En su mensaje, el comandante dijo: "El Movimiento Bolivariano Revolucionario MBR-200 [agrupación militar que él representa] y el Movimiento Cinco de Julio [civil] vuelven a la lucha, a empuñar las banderas de la libertad y la democracia para terminar de derrocar al Gobierno corrupto de Carlos Andrés Pérez e instaurar un sistema de Gobierno que proporcione la máxima suma de felicidad posible, la máxima suma de seguridad social y estabilidad poltica", según los ideales del padre de la patria, Simón Bolívar.Respuesta oficial

Una vez recuperadas las emisoras de televisión, especialmente el canal oficial, donde hubo un fuerte enfrentamiento entre los rebeldes y los leales al Gobierno que provocó varios heridos, el presidente Carlos Andrés Pérez, vestido elegantemente, pudo mostrar su rostro grave pero firme ante la situación planteada.

Lo primero que garantizó fue la celebración de las elecciones municipales y regionales previstas para el próximo 6 de diciembre. "No se interrumpirán", afirmó categóricamente.

Después aseguró tener el control de la situación a excepción de la base aérea Libertador. Además, anunció las medidas de emergencia adoptadas, como el toque de queda y la suspensión de garantías constitucionales.

También reconoció la existencia de varios muertos, sin ofrecer una cifra global, pero señaló que tres soldados y un subteniente de la guardia de honor fueron ajusticiados "bárbaramente" por los asesinos extremistas" en la calle Bolero.

Pérez agradeció y leyó los apoyos recibidos de Gobiernos extranjeros, entre ellos, mencionó la condena al golpe del presidente del Gobierno español, Felipe González, y su respaldo a la democracia venezolana. También el efusivo pronunciamiento de Carlos Menem y otros gobernantes.