Matisse y los libros
El arte del libroHenri Matisse. Bilbao Bizkaia Kutxa. Gran Vía, 32, Bilbao. Hasta el 29 de noviembre.
Procedente del Museo Matisse de Niza, la exposición abierta en la sala de la Bilbao Bizkala Kutxa, que posteriormente será presentada en Zaragoza y Málaga, propone una exhaustiva revisión de la faceta de ilustrador y creador de libros de arte de Henri Matisse (Le Cateau-Cambresis, 1869-Niza, 1954).
Desde que Bonnard ilustró la Parallélement de Verlaine en 1900, el enriquecimiento de las ediciones de textos clásicos o contemporáneos a través de la colaboración de artistas en su ornato, ilustración y edición, se convirtió en un fascinante lugar de encuentro de imágenes y palabras entre artistas y escritores, llegando a cobrar la categoría de un nuevo género artístico.
Matisse se incorpora tardíamente a este nuevo espacio de creación. Aunque colabora ocasionalmente desde 1912 en varias publicaciones, no se hace cargo de una edición en su totalidad hasta que en 1932 realiza los Poemas de Stéphane Mallarme para Skira, que, junto a la edición ilustrada del Ulises de James Joyce son los únicos libros que realizó antes de la 11 Guerra Mundial. Será después de ésta y hasta su muerte, instalado definitivamente en Niza, coincidiendo con el momento de plena madurez creativa, cuando el libro de arte se convierte en una de las actividades que más interesan al pintor. En un corto periodo de tiempo, entre 1944 y 1952, con una sorprendente intensidad y dedicación a este género, Matisse realizó 11 libros ilustrados y preparó otros dos (Une féte en Cimmérie, de Georges Duthult, y Poésies Antillaises, de JohriAntoine Nau) que no llegó a ver editados, todos ellos ahora reunidos en la exposición.
Poetas franceses
Estos libros nacidos de la iniciativa de distintos editores reflejan la predilección de Matisse por los clásicos de la poesía francesa, Lasflores del mal, de Baudelaire (1947), Florilége des amours, de Ronsard (1948) o Poémes de Charles d'Orleans (1950), entre otros.
Testigo de la época de los collages o recortes, que practicó con profusión en esta última época venciendo los obstáculos de la enfermedad y la vejez, es la obra Jazz (1947), compuesta por 20 planchas en colores, que interpretan otros tantos recortes originales del pintor realizados entre 1943 y la fecha de edición del libro.
Para Henri Matisse no hay diferencia entre la construcción de un libro y la de un cuadro; en los dos casos, el problema consiste en "tomar un espacio cerrado de proporciones reducidas y darle, mediante el juego de los colores y las líneas, dimensiones infinitas".
Babelia
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