José María Merino: "La literatura sirve para escapar de este mundo"

José María Merino (La Coruña, 1941) se escapa a otro mundo cuando escribe. "La literatura sirve para escapar. La literatura es otro mundo y sirve para entrar en ese otro mundo. No es para estar en éste. A lo mejor nos habla de éste, pero es otro mundo. Yo, claro que me escapo. Estoy en otro mundo. Eso no quiere decir que ande flotando. Es un mundo que, como no se conoce muy bien, necesita mucho tiento, y uno se cae muchas veces, y a veces está oscuro", dice el escritor, que hoy presenta en Madrid Las crónicas mestizas (Alfaguara).

La acción de Las crónicas mestizas transcurre en los tiempos de la conquista de América y narra las aventuras de un adolescente mestizo, llamado Miguel Villacé Yóltol, desde que se enrola en una expedición hasta su madurez.En Las crónicas mestizas José María Merino reúne unos libros que han ido apareciendo desde el año 1986 -El oro de los sueños, La tierra del tiempo perdido y Las lágrimas del sol- y que de ninguna manera pretendieron en un primer momento formar parte de una trilogía.

"Yo escribí mi primer libro, que era una visión personal de lo que podía ser entrar a descubrir aquel negocio, en el que el rey se llevaba el 20% de la ganancia neta y todo corría a cargo del empresario", dice Merino. "Y pensé inventar un personaje mestizo, que era el protagonista, un muchacho hijo de un español compañero de Hernán Cortés y de una india mexicana, y jugar un poco con la crisis de identidad del adolescente y con la crisis de identidad del mestizo, y con el tema fronterizo de la guerra entre culturas, entre invasores e invadidos".

"Lo que pasa es que realmente el tema me interesó", reflexiona el narrador, "y cuando terminé ese libro pues ya pensé escribir un ciclo más largo de novelas. Y aunque en principio era vagamente histórico, se estableció una especie de comunicación mutua entre lo que yo estaba escribiendo y lo que a mí me interesaba estar leyendo: los temas precolombinos y los temas de los cronistas. El personaje maduró o dejó de tener las ingenuas ideas que tenía cuando empieza la aventura y ahí quedó cerrada la trilogía", explica Merino.

América

Las crónicas mestizas viene a ser una obra producto del personal descubrimiento de José María Merino de América hace 15 años. "Lo que me sorprendió cuando conocí América y descubrí el mundo precolombino, el choque de la conquista y el mestizaje, fue la falta de memoria de los españoles en este asunto", señala."Descubrí un mundo desconocido que formaba parte de mi memoria histórica y casi de mi memoria personal, y que habla sido una laguna en mi educación y en mi formación", concluye el escritor. Y decidió intentar una "modesta aportación a ese imaginario americano que los españoles no tenemos", rendir un homenaje a los cronistas de Indias -"yo he sido fiel a las crónicas"- y recuperar la novela de aventuras.

"Realmente, los españoles habíamos inventado la novela de aventuras, porque los libros de caballería son la primera gran novela de aventuras europea", opina. "Pienso que, a nosotros, nuestro gran libro mítico, nuestro libro totémico que es El Quijote, nos creó anticuerpos frente a las novelas de aventuras, frente a las novelas y frente a las aventuras. Es un libro que, con independencia de la voluntad de Cervantes, ha tenido una serie de elementos que han sido utilizados para demostrar que es malo leer libros, que es malo soñar, que los libros fantásticos son malos y que, desde luego, lo peor de todo son las novelas de aventuras", dice José María Merino.

Todo esto unido a unos aspectos que realmente le preocupan y hasta llegan a obsesionarle, como son la identidad y el mestizaje. "La identidad es el tema de nuestro tiempo; además, a mí me motiva como tema literario. Por ejemplo, en el siglo XVI la gente seguía siendo más o menos igual a lo largo de mucho tiempo; los cambios técnicos y los sociales eran insignificantes y hacían falta grandes ciclos históricos para que se modificase la identidad social colectiva. Hoy estamos en un mundo en el que todo está cambiando continuamente y tenemos que ir adaptándonos a ese cambio, pero al mismo tiempo necesitamos seguir siendo lo que éramos".

"Tenemos que mantener la memoria y un cierto sentido de la identidad para no caer en la locura o en el delirio", añade José María Merino. De hecho, el recrudecimiento de los fundamentalismos viene un poco de ahí, del intento de buscar una sujeción del modo que sea".

Mestizaje

La conquista de América -"una invasión y el intento de los invasores de salvar a los invadidos de lo que son"- provocó tras el aniquilamiento de las culturas indígenas, en opinión de Merino, un auténtico mestizaje biológico y cultural."El mestizaje es el elemento más interesante de la conquista. El mestizo es un personaje que no tiene que guardar ninguna fidelidad radical a nada, y por ello", como el protagonista de su novela, Miguel Villacé, quien arrastra un problema de crisis permanente, "ni es español ni es indio. Habla castellano, pero también agual, y vive obligado a asumir esa duplicidad".

José María Merino, que comenzó escribiendo poesía y se dio a conocer como narrador en 1976 con Novela de Andrés Choz -"a mí, la poesía me dejó"-, es autor también de La orilla oscura y El centro del aire. Licenciado en Derecho, casado y con dos hijas, José María Merino también arrastra sus elementos de mestizaje, que él define como "domésticos" en comparación a los del protagonista de Las crónicas mestizas.