Sarajevo vuelve a recibir ayuda humanitaria por vía aérea
Un avión Hércules C-130 norteamericano con ayuda humanitaria a bordo aterrizó ayer en Sarajevo, la capital de Bosnia-Herzegovina. Se trata del primer avión en un mes que llega a ese aeropuerto, con lo cual queda restablecido el puente aéreo suspendido cuando un avión italiano con ayuda fue derribado por un misil el pasado 3 de septiembre.El Hércules transportaba 21.300 raciones de comida para la población de la ciudad asediada. Aterrizó a las 12.35 y a los 20 minutos salió para Zagreb, capital de Croacia, para recoger más suministros. Otros cuatro aviones, dos norteamericanos y dos franceses, reemprenderán también los vuelos hoy.
El comandante en jefe de las fuerzas de las Naciones Unidas en la capital bosnia, general Husein Abd el Razek, dijo que la ONU ha hecho un llamamiento a las dos partes en lucha para que no ataquen el pasillo entre el aeropuerto y la ciudad con el fin de que los alimentos puedan ser distribuidos de manera inmediata entre la población.
La Alta Comisaria de la ONU para los Refugiados manifestó que esperaba recibir ayer un total de 30 toneladas de alimentos y cinco de medicinas, cuya distribución entre la población confiaba haber completado esta mañana. Informó también que la ayuda aérea y terrestre permitirá acumular reservas de alimentos y medicinas para 33 días en un invierno que se espera especialmente duro.
Antes de la suspensión del puente aéreo, 19 países participaban en la operación de ayuda. El Reino Unido dijo ayer que no tenía previsto reanudar los vuelos hasta que la seguridad de los aviones sea garantizada. Los aviones alemanes no participarán en el puente aéreo hasta mediados de octubre.
Mientras, en Ginebra, el director del Comité Internacional de la Cruz Roja, Cornelio Sommaruga, y la alta comisaria de las Naciones Unidas para los refugiados, Sadako Ogata, informaron en conferencia de prensa que cientos de miles de vidas están en peligro en Bosnia-Herzegovina en las próximas semanas por el hambre, el frío y la limpieza étnica. Ogata aseguró que hay informes de su organización que cifran en 400.000 las personas que pueden morir si tienen que hacer frente al invierno sin alimentos, sin lugares apropiados para protegerse de las inclemencias del tiempo y sin tener a dónde emigrar. Sommaruga dijo que es urgentísimo tomar medidas antes del invierno para proteger a miles de civiles de los efectos de la guerra.
