Flagrante discriminacion
M. M., La situación actual "se va a mantener igual"., en palabras del consejero de Salud, Calixto Ayesa, con una ley imposible de aplicar en Navarra. "No hay posibilidades de realizar abortos en las clínicas públicas navarras ni tampoco existen centros privados que estén acreditados para la realización de este tipo de trabajo", ha afirmado Ayesa.
"Es normal que nadie quiera hacerlos", señala un sexólogo, "si tenemos en cuenta la presión de sectores conservadores de la medicina y la sociedad, cercanos al Opus De¡, que ya sometieron a unos buenos profesionales a un estado de linchamiento indigno, con panfletos insultantes, pintadas en las calles, amenazas e incluso llamadas anónimas a sus domicilios. Mientras la Administración no se decida a regular la objeción y garantizar el derecho, todo seguirá igual".
La diputada navarra del PSOE Blanca García acaba de pronunciarse por una ley de plazos, mientras el parlamentario foral de Izquierda Unida, Félix Taberna, estima que la situación de las mujeres navarras es de "flagrante discriminación con respecto a las demás, ya que la ley no se aplica, y ello supone que no existe, con lo que las mujeres navarras que lo deseen tampoco podrán acogerse al supuesto de la modificación en curso del Código Penal". Para Taberna, las declaraciones del consejero navarro Ayesa "parecen más propias del portavoz de Acción Familiar que de un consejero que debe velar porque se cumplan las leyes en su territorio".
Los sectores sanitarios progresistas dan la batalla por perdida en Navarra, donde existe ya una asociación de médicos creada para oponerse a la eutanasia de cualquier tipo y a la reproducción asistida, presidida por el doctor Gonzalo Herranz, director del departamento de bioética de la Universidad de Navarra, donde el periódico de mayor difusión de la región resumía el domingo día 13 el conflicto moral del aborto con la frase: "Todo aborto deliberado es un asesinato porque la ciencia dice que todo feto es un ser humano".
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