La obra 'Los Miserables' intenta crear en España la afición por el género del teatro musical
Los Miserables se viene presentando en 22 escenarios de 176 países desde hace seis años. Hoy se estrena en España una versión msical de la obra de Victor Hugo en el teatro Nuevo Apolo de Madrid. El local ha sido remodelado para este montaje. Los productores son también avales de la calidad y profesionalidad de este arriesgado y prometedora puesta en escena: Plácido Domingo, José Tamayo y Cameron Macintosh. Una obra que pretende crear en España la afición por el género musical y, simultáneamente la formación de una compañía teatral estable para la misma.
Existe un club en Londres formado por socios que han visto por lo menos 200 veces la obra Los Miserables. Se reúnen, discuten sobre las mejores y las peores representaciones y vuelven, por lo menos una vez al mes, a sentarse en el patio de butacas para presenciar una obra que se les hace inagotable. Acudir al teatro es para los británicos un hábito desde hace décadas, y el teatro musical es quizá el más popular. En España no existe esa costumbre y los productores de Los Miserables se han arriesgado a llevar a escena la extraordinaria novela de Víctor Hugo con un montaje de 250 millones de pesetas que piensan mantener en cartelera por lo menos un par de años.La versión española de Los Miserables ha supuesto no solo un gran esfuerzo en el montaje escénico, con sofisticados decorados móviles, sino la formación de los actores-cantantes para un género dramático que no se cultiva en este país y que tiene como pariente más cercano a la zarzuela. "El musical que nosotros presentamos es muy distinto a la zarzuela", dice el director británico Ken Caswell, que junto al español Vicente Fuentes tiene a su cargo esta obra. "Lo que pretendemos nosotros es algo más cinematográfico y mas natural, pero sin perder la pasión que se pone en la zarzuela. No queremos destruir el espíritu español sino estimularlo para que nuestro montaje tenga una fuerza expresiva particular en España, que lo distinga de los que se han hecho en otros paíse", dice Caswell.
Los dos directores entrevistaron a cerca de 800 candidatos a lo largo de dos años, para el reparto de 32 personajes. En cada representación participan 101 personas, entre artistas y técnicos. "Lo importante era encontrar las voces con los timbres adecuados, además del aspecto que requería cada personaje", dice Fuentes.
Caswell, que ha dirigido los montajes de Los Miserables en otros tres países, "Lo importante para nosotros era tratar de crear una compañía propia con las características que nos eran necesarias", comenta. Según ellos los actores -entre los que se encuentran Pedro Ruy Blas, Connie Philp, Miguel de Arco, Gemrna Castaño y Joan Crosas-, todos ellos con diferentes tipos de formación musical, han sabido adaptarse a las exigencias de la obra.
El estilo que impone una obra como ésta no es algo a lo que estos cantantes, la mayoría salidos del conservatorio y muchos de ellos con poca experiencia sobre las tablas, estén habituados. "Esta obra exige una forma de cantar más moderna, más pop y en España no hay tradición de este tipo de canto como lo hay en el reno Unido, por ejemplo", dice el director musical, David White. "Es muy difícil encontrar un intérprete para Jean Valjean que esté preparado para algo que sin ser ópera sea una versión refinada del pop".
Se pueden comprar localidades en el teatro con un mes de antelación al teléfono (91) 369.06.37 y (91) 369.07.53. Los precios son entre 1.000 y 4.000 pesetas. Dentro de unos días se podrá pagar también con tarjetas de crédito.
Babelia
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