El 'regalo' de los residuos nucleares

Es ya como para obsesionarse con las últimas decisiones tomadas por esos oscuros personajes que siempre, inevitablemente, nos perjudican.Tras el mazazo que supuso el trasvase Tajo-Segura para la vida de estas tierras (recuerden, el agua es la vida), y que día a día se sigue efectuando (ya importa poco que aquí haya o no haya escasez de agua, la prioridad la tiene Murcia), ahora nos ponen en el punto de mira para traemos los residuos nucleares de alta actividad, ya saben, plutonio y otras pesadillas nucleares que tardan 240.000 años en desintegrarse, que resultan de la actividad de las nueve centrales nucleares españolas y tal vez de toda la Comunidad Europea, a la finca El Berrocal, en el término de Nombela (Toledo), a unos 40 kilómetros de Talavera de la Reina, a 70 kilómetros de Toledo y, poco más o menos, a igual distancia de Madrid.

Algunos pensarán: es un problema de Nombela. Pues se equivocan. Si algún camión de los que llevan la siniestra carga tiene un accidente, o cuando inevitablemente se produzcan fisuras en los bidones en la mina,entonces es imprevisible adónde pueda llegar la contaminación radiactiva, y desde luego no va a afectar sólo a los nombelanos, sino a muchos kilómetros a la redonda. Aumentarán los casos de leucemia y todo tipo de cánceres y enfermedades por el estio.

Pero por si fuera poco, se están haciendo gestiones para instalar una planta incineradora de residuos tóxicos en Cazalegas (Toledo), población muy cercana a Talavera de la Reina y que será fatal para el embalse de dicha localidad. Los emplazamientos de ambos regalos son auténticos disparates y ¡no lo van a conseguir!.-